sábado, 13 de junio de 2009

Una base de datos secreta de Israel revela el alcance total de los asentamientos ilegales

13-06-2009
Uri Blau
Comité de Solidaridad con la Causa Arabe

La base de datos analiza alfabéticamente los asentamientos uno por uno. En cada entrada detalla el origen del nombre del asentamiento y la forma que adopta el mismo (comunidad urbana, ayuntamiento, moshav, kibbutz, etc.); su filiación organizativa (Herut, Amana, Takam, etc.), el número de habitantes, las decisiones gubernamentales que le atañen, la situación de los terrenos sobre los que se construyó el asentamiento (terrenos del Estado, suelo palestino o judío, etc.), un análisis de los puestos avanzados construidos en la proximidad del asentamiento y en qué medida se han ejecutado los planos de edificación aprobados

Haaretz, 1 de febrero de 2009 Traducción: Lucas Antón

Hace sólo cuatro años, el estamento de Defensa decidió acometer una tarea aparentemente elemental: establecer una base de datos completa de los asentamientos. Se puso al frente del proyecto al general de brigada (en la reserva) Baruch Spiegel, ayudante del entonces ministro de Defensa Shaul Mofaz. Durante más de dos años, Spiegel y su equipo, todos los cuales firmaron un convenio especial de confidencialidad, se dedicaron a reunir datos de modo sistemático, primordialmernte de la administración civil.

Una de las principales razones de este esfuerzo fue la necesidad de disponer rápidamente de información creíble y accessible para enfrentarse a las acciones legales planteadas por residentes palestinos, organizaciones de derechos humanos y movimientos de izquierda que ponen en tela de juicio la legalidad de la construcción en los asentamientos y el uso de suelo privado para establecerlos o ampliarlos. Esos datos recogidos con tanto esfuerzo fueron considerados políticamente dinamita.

El estamento de Defensa, dirigido por el ministro Ehud Barak, se negó repetidamente a publicar las cifras, argumentando por un lado que su difusión podría poner en peligro la seguridad del Estado o dañar las relaciones exteriores de Israel. Alguien susceptible de mostrarse particularmente interesado por los datos recogidos por Spiegel es George Mitchell, enviado especial para Oriente Medio del presidente Barack Obama, que realizó esta semana [última de enero] su primera visita desde su nombramiento. Mitchell fue autor del informe de 2001 que llevó a la formulación de la hoja de ruta, la cual establecía un paralelismo entre detener terrorismo e interrumpir la construcción de asentamientos.

A esta base de datos oficial, la más abarcadora en su género de todas las recopiladas en Israel sobre los teritorios, tuvo recientemente acceso el diario Haaretz, que por primera vez revela información que el Estado ha ido ocultando durante años. Un análisis de los datos revela que en la enorme mayoría de los asentamientos -cerca del 75%-, la construcción, a veces a gran escala, se ha llevado a cabo sin los permisos apropiados o contraviniendo las licencias que se otorgaron. La base de datos muestra que en más de 30 asentamientos, la extendida construcción de edificios e infraestructura (carreteras, escuelas, sinagogas, yeshivas (escuelas rabínicas) y hasta comisarías de policía se ha realizado en tierras de particulares, propiedad de habitantes palestinos de Cisjordania.

Hay que recalcar que los datos no se refieren sólo a los puestos de avanzada ilegales (la información sobre los cuales se incluyó en el bien conocido informe del que es autor la fiscal Talia Sasson y que se publicó en marzo de 2005), sino al corazón mismo de la iniciativa de los asentamientos. Entre ellos se cuentan asentamientos militantes ya veteranos como Alon Shvut (establecido en 1970 y que acoge actualmente a 3.291 residentes, entre ellos al rabino Yoel Bin Nun); Ofra (establecido en 1975, con 2.708 habitantes, entre ellos el antiguo portavoz del Consejo de Yesha, Yehoshua Mor Yosef y figuras de los medios como Uri Elitzur y Hagai Segal); y Beit El (establecido en 1977, con una población de 5.308, entre ellos Hagai Ben-Artzi, hermano de Sara Netanyahu).

También se incluyen los grandes asentamientos fundados primordialmente por motivos económicos, tales como la ciudad de Modi'in Illit (fundada en 1990 y hogar hoy de 36.282 personas), o Givat Ze'ev, a las afueras de Jerusalén (fundado en 1983, con una población de 11.139 personas), y asentamientos más pequeños como Nokdim, cerca de Herodión (establecido en 1982, con 851 habitantes, entre ellos el diputado de la Knesset Avigdor Lieberman [actual ministro de Asuntos Exteriores de Israel en el gabinete de Netanyahu]).

La información contenida en la base de datos no se corresponde con la postura oficial del Estado, tal como la presenta, por el ejemplo, la página de la Red del Ministerio de Exteriores, que declara: "Las acciones de Israel relativas al uso y asignación de tierras bajo su administración se realizan estrictamente de acuerdo con las reglas y normas del Derecho Internacional; Israel no confisca suelo privado para establecer asentamientos". Puesto que en muchos de los asentamientos, fue el mismo gobierno, y principalmente el ministerio de Construcción y Vivienda, el responsable de la edificación, y dado que muchas de las ilegalidades en la construcción conciernen a infraestructuras, carreteras, edificios públicos y demás, los datos oficiales demuestran también la responsabilidad del gobierno en la planificación irrestricta y la falta de aplicación de las reglamentaciones en los territorios. La amplitud de las violaciones de edificación también atestigua el mal funcionamiento de la administración civil, organismo encargado de los permisos y supervisión de la construcción en los territorios.

De acuerdo con los datos de 2008 de la Oficina Central de Estadística, viven aproximadamente 290.000 judíos en los 120 asentamientos oficiales y docenas de puestos de avanzada establecidos a lo largo y ancho de Cisjordania en los últimos 41 años.

"Nada se hizo a escondidas", declara Pinchas Wallerstein, director general del Consejo Yesha de asentamientos y figura dirigente del proyecto de asentamientos. "No tengo conocimiento de ningún plan [de construcción] que no fuera iniciativa del gobierno israelí".

(... sigue)


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