sábado, 25 de abril de 2009

Video Al Jazeera: Los Palestinos de Hebrón se quejan de racismo



"En una controvertida intervención en la reciente conferencia de Naciones Unidas sobre racismo, Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Iran, denunció a Israel como un "régimen cruel, represivo y racista".

Clayton Swisher, de Al Jazeera, visita la ciudad cisjordana de Hebrón, así como un asentamiento colonial judío cercano, donde los Palestinos dicen que el racismo es una realidad diaria."

Los euros no sirven para comprar los derechos políticos de los palestinos

Pepijn van Houwelingen
Electronic Intifada

La carnicería provocada por la reciente invasión israelí de Gaza sacó a las calles a un gran número de consternados europeos para participar en manifestaciones contra la guerra. En las principales capitales como Madrid, Bruselas, Roma, Berlín y Londres, miles de personas acudieron a las manifestaciones para dejar claro a sus gobiernos que lo que estaba sucediendo era inaceptable. Pero, sus protestas contra el masivo uso de una fuerza letal por parte de Israel, no quedaron reflejadas en las declaraciones y medidas tomadas por sus países, representados por la más relevante institución política de Europa, la Unión Europea, que no modificó su política de statu quo en sus relaciones con Israel.

Es cierto que la UE condenó la conducta de Israel (siempre mencionando al mismo tiempo el lanzamiento de cohetes palestinos) y exigió un alto el fuego inmediato, algo que Estados Unidos, como estaba previsto, no hizo. Además, varios miembros del Parlamento Europeo expresaron su indignación ante la destrucción de Gaza. El liberal demócrata británico, Chris Davies, por ejemplo, dijo durante un debate parlamentario celebrado el 14 de enero, que la guerra era “un horror” y que Israel “había convertido Gaza en un infierno” con sus “máquinas asesinas del siglo XXI.”

No obstante, a pesar de éstas y otras denuncias, la UE no tomó medida alguna que pudiera ser percibida tan siquiera como una vaga crítica de Israel y puso mucho interés en no “singularizar” al país. Esta aparente ambigüedad es típica de la actitud de la UE. A principios de diciembre del año pasado, el Parlamento Europeo suspendió una votación relativa a mejorar o no las relaciones con Israel. Pero, dos días después, la medida fue aprobada por el Consejo de Ministros de la UE, donde los 27 ministros de Asuntos Exteriores europeos votaron en su totalidad a favor de incrementar esas relaciones, lo que va a permitir a los ministros israelíes reunirse regularmente con sus colegas europeos para mantener conversaciones sobre diversos asuntos estratégicos. Incluso aunque los proyectos de convertir a Israel en “socio privilegiado” hayan quedado congelados, se ha enfatizado al afirmar que no se trata de una sanción sino simplemente de “una pausa” (véase, Ian Traynor, Europe stalls on closer Israel links in Gaza protest, Guardian, 14 de enero de 2009.) Es por lo tanto probable que las conversaciones se lleven a cabo pasado un tiempo, lo que de hecho quiere decir que Israel todavía se encuentra en proceso de integrarse en el mercado europeo como miembro casi de derecho de la UE.

El acceso al mercado europeo y la posibilidad de influir en la toma de decisiones europeas son extremadamente importantes para Israel. Aunque la UE no tiene la autoridad moral de la ONU ni la visibilidad política de Estados Unidos, es en realidad un importante agente en la región. Actualmente la UE es el principal mercado para las exportaciones de Israel y el segundo en importaciones (tras EEUU.) Más aún, la UE forma parte del denominado “Cuarteto” para Oriente Próximo- con el escasamente creíble Tony Blair como representante- que apoya la solución de los dos Estados para el conflicto israelí-palestino. Hablando claro, la dedicación de la UE a esta solución ha sido expresada básicamente a través de los euros. En 2008, se donaron a los palestinos 468 millones de euros (666 millones de dólares), la mayoría de los cuales (258 millones de euros) fueron directamente a la Autoridad Palestina (Véase, European Comisión External Relations, EC Assitance to the Palestinians, 19 de enero de 2009.) Otros beneficiarios fueron la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y varias organizaciones israelíes y palestinas de la sociedad civil.

La Unión Europea siempre ha intentado parecer imparcial y equitativa en sus relaciones con Israel y los palestinos. Es cierto que abiertamente no favorece a una parte en detrimento de la otra y ha demostrado una mayor simpatía hacia los palestinos que Estados Unidos. Pero un análisis más a fondo de adónde llegaron realmente los euros donados, revela que la política europea sólo ha contribuido al politicidio de los palestinos.

Por el solo hecho de apoyar a instituciones políticamente incompetentes como la Autoridad Palestina y la UNRWA, la UE ha fracasado realmente en defender los derechos políticos de los palestinos. El ámbito de acción de la AP es, en cualquier caso, muy limitado, y los Acuerdos de Oslo de mediados delos años 1990, intrínsecamente equivocados, han conducido a una situación en la que los palestinos se han convertido principalmente en vigilantes de su propia ocupación. Además, la principal tarea de la UNRWA es la de mantener vivos y hacer algo soportable la vida de millones de refugiados palestinos a los que tiene registrados, pero su explicito mandato apolítico y la existencia de una “distancia de protección”(el hecho de que los refugiados palestinos acogidos en la esfera de actuación de la UNRWA no pueden acogerse a la protección y ayuda del mucho más influyente Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados) ha dejado a la mayoría de los refugiados palestinos sin protección política o legal.

Ahora que las infraestructuras de Gaza han quedado arrasadas por las avanzadas armas de Israel, la UE ha centrado su atención en la reconstrucción. Es de extrema importancia que se destine bastante dinero para que los palestinos de la franja de Gaza superen sus dificultades y reconstruyan sus hogares. Pero, al mismo tiempo, resulta sumamente irónico que los donantes internacionales como la UE, “amigos” de Israel, tengan que pagar para recuperar una zona destruida por los israelíes con armas vendidas por algunos de los mismos Estados miembro de la Unión Europea. Una vez más, la situación es ilustrativa de la postura de UE: Israel no sufre las consecuencias de sus actos mientras que a los palestinos se les concede generosamente apenas el derecho a sobrevivir.

Evidentemente, gran número de palestinos depende en la actualidad de la ayuda europea para su supervivencia, y es por ello que la UE tiene la responsabilidad de proporcionarles el apoyo preciso. Pero cuando la UE decidió el año 2006 suspender sus pagos a la AP tras la victoria electoral de Hamás, se hizo evidente que la Unión Europea no asume en su totalidad la responsabilidad contraída. Sobre todo, su decisión demostraba claramente cómo la UE prefiere financiar políticamente a agentes inofensivos, posibilitándoles sólo la manera más básica de supervivencia en lugar de dar auténtico apoyo a los derechos totales de los palestinos.

Al ser el mayor donante de ayuda a los palestinos y el principal socio comercial de Israel, la UE tiene el potencial para desarrollar un papel más importante y proteger los derechos de los palestinos. Eso daría consistencia y credibilidad a su discurso de defensa de los derechos humanos y actuaría como una “fuerza positiva”. Pero, al adoptar una actitud supuestamente neutral y condicionada por la posición del Cuarteto, que representa típicamente el menor común denominador imaginable, los Estados miembro de la UE revelan su desinterés en proteger a los palestinos salvo de morir de hambre. En última instancia, una equidistancia como la de la UE carece de cualquier sentido cuando una de las partes es un Estado desarrollado e industrial con un enorme y altamente mecanizado ejército, mientras la otra es un pueblo sistemáticamente oprimido, ocupado y empobrecido. Así, “la objetividad” toma partido por el opresor frente al oprimido. Resulta obvio que este último precisaría de una serie de medidas protectoras para garantizar sus derechos y habida cuenta de que no existen, el politicidio de los palestinos continúa sin amainar con el consentimiento mudo de la UE. Para los europeos que creen que sus países y la UE deberían tomar una actitud firme frente a Israel, la pregunta fundamental es: ¿Qué pueden hacer? Es importante comprender que la tragedia de Palestina no radica exclusivamente en los brotes aislados de violencia sino también en la injusticia creciente que se inflige sobre los palestinos, como la expansión de las colonias en Cisjordania- algo bien conocido por la Unión Europea. En consecuencia, se debería comprender que manifestarse (por medio de protestas o por otros diferentes) solo frente a los casos de graves agresiones israelíes no es suficiente. El incremento de las relaciones Israel-UE y el hecho de que puede convertirse en un “socio privilegiado” no es muy conocido entre los ciudadanos europeos. Se trata de asuntos significativos, y los esfuerzos deberían centrarse en llamarles la atención y comunicar a los dirigentes europeos que recompensar a Israel por su mal comportamiento no es el camino a seguir. Seguramente resulte difícil contrarrestar los enormes intereses económicos que están en juego, pero no hay excusa para seguir sin hacer nada mientras la UE se convierte en un cómplice pasivo en la perpetuación de las terribles experiencias de los palestinos.El boicot en marcha, la desinversión y las campañas de sanciones pueden servir como medio para comunicar estos temas.

Más aún, lo que se necesita es una política más activa para proteger y reforzar los derechos políticos palestinos. Para Estados Unidos, el paso más importante es asumir seriamente la voluntad de los palestinos y aceptar los resultados de sus elecciones, cualquiera que sea el partido que resulte victorioso. Así se demostraría que “democracia” y “derechos humanos” son algo más que simples tópicos, válidos sólo cuando políticamente son rentables. Aunque resulte bastante obvio, la UE hasta ahora ha fracasado en demostrar que está seriamente a favor de los derechos humanos de los que con tanta frecuencia habla. Finalmente, los propios palestinos deben alcanzar sus objetivos políticos y no esperar que la UE se los otorguen. Pero en la situación actual, Europa podría y debería jugar un papel en posibilitar que los palestinos ejerciten su derecho a tener algo que decir sobre su propio destino.

En realidad, Javier Solana, representante de la UE para Asuntos Exteriores, tenía bastante razón cuando dijo que “los parámetros para llegar a una solución son conocidos” pero que se precisa “voluntad política” (Véase, European Parliament Press Release, Highlights of Brussels plenary session, 18 de febrero de 2008). Ciertamente se trata de algo que debe aplicarse a la propia Unión Europea, pero también a los europeos, preocupados por su responsabilidad en la opresión y la ocupación de Palestina, que harían bien en reflexionar sobre ello.

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Pepìjn van Houwelingen es un doctorando holandés en el Departamento de Relaciones Políticas Internacionales del Royal Holloway de Londres. Su tesis doctoral investiga el impacto de la Política Exterior Europea en Oriente Próximo. Anteriormente ha trabajado en Belén para BADIL, centro de investigación (http://www.badil.org/).

Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre

El sionismo como patología: Las profundas raíces del terror que practica el Estado judío

Israel no debe ser «reformado» o «condenado» sino reemplazado por una única estructura igualitaria en toda la Palestina histórica, y no por la injusticia de dos Estados

La creación del Estado de Israel, en 1948, llegó acompañada de la limpieza étnica de 750 000 palestinos –más de la mitad de la población autóctona– que fueron expulsados de sus ciudades y aldeas, por la fuerza o mediante el terror sembrado a través de las matanzas planificadas contra los civiles, como la masacre de la aldea de Deir Yassin.

Desde aquel entonces y durante sus 60 años de existencia, desde las masacres de Sabra y Chatila, en 1982 hasta la carnicería que actualmente se desarrolla en Gaza –pasando por la destrucción del campamento de refugiados de Yenin y la destrucción de las infraestructuras palestinas de Cisjordania, en 2002; las masacres en el campamento de refugiados de Yabaliya, en 2005 y 2006; y los bombardeos masivos contra el Líbano en 2006–, Israel, con el pretexto de «defenderse», nunca ha dejado de sembrar la muerte y la devastación entre sus vecinos, valiéndose para ello de todo el poder de fuego de su aviación, de su marina de guerra y de sus tanques. (...)


Viñetas: artista palestino Majed Badra y LATUFF

Palestina: La fórmula de los dos Estados, una manzana envenenada

(...) Para cualquier ser humano medianamente informado del tema (y no hace falta ser experto en resolución de conflictos) un agente como EEUU que lleva proporcionando a Israel armas, dinero, y toda la ayuda posible para que siga matando a palestinos durante tanto tiempo, no puede ser precisamente un facilitador de ninguna solución, cuando es parte importante del problema.

Viñeta: "two state solution" por Naser Jafari

Israel rechaza toda imposición de la UE para negociar la paz

La negativa de Netanyahu a hablar del Estado palestino enfría las relaciones

Con palabras y hechos, el Gobierno ultraderechista israelí desafía a la Unión Europea y a sus esfuerzos por impulsar una negociación con la Autoridad Palestina. Es consciente el primer ministro, Benjamín Netanyahu, de que la política exterior de Bruselas es poco más que una entelequia. Sabe que la unanimidad que exige la adopción de decisiones hace inviable la imposición de sanciones, por simbólicas que fueren.

(...) las opiniones públicas europeas pueden acabar hartas de pagar a Israel la factura que le correspondería como país ocupante.

Viñeta: LATUFF

Egipto y México, dos "Días de la Rabia" contrapuestos

(...)

Hizbulá desquicia a Mubarak

Egipto está fuera a punto de quedar fuera de juego del tablero de Oriente Próximo y ello tiene un origen: Hizbulá. El movimiento político-militar libanés propinó una sonora bofetada a Mubarak no sólo cuando derrotó a Israel en la guerra del verano de 2006, sino con otras actuaciones como la liberación de prisioneros palestinos por los cadáveres de dos soldados sionistas -aunque se intentase encubrir como un gesto de buena voluntad hacia Mahmoud Abbas por parte de Israel- o la aprobación del acuerdo de Doha (Qatar) que puso fin a la toma de Beirut por los militantes de Hizbulá y sus aliados -con lo que Egipto comenzaba a perder su tradicional papel hegemónico como "mediador" árabe-. Egipto no participó en dicha cumbre y tampoco ha sido capaz de lograr un acuerdo de intercambio de presos entre Hamás e Israel no tanto por la organización palestina, sino por los constantes cambios, contradicciones y presiones sionistas que han dejado en muy mal lugar al régimen de Mubarak al verse desautorizado una y otra vez por su socio israelí.

Pero el golpe definitivo le proporcionó la encendida crítica que Hassán Nasralá realizó al régimen de Mubarak por su colaboración con Israel y su negativa a abrir el paso de Rafah durante la matanza sionista de Gaza. Era la primera vez que alguien en el mundo árabe hablaba con tanta claridad sobre la connivencia de Egipto con el enemigo sionista, y eso había comenzado a repercutir en la calle. Por eso Mubarak estaba obligado a pararlo y lo ha hecho resucitando el enfrentamiento sunní-shií y acusando a Hizbulá de intentos de "desestabilización" del régimen egipcio y de preparar actos terroristas "contra ciudadanos israelíes" en el Sinaí.

(...) Es decir, se criminaliza el apoyo a la resistencia palestina. Egipto intenta, así, lo que no ha conseguido Israel con sus matanzas.

Viñeta: Khalil Bendib

Boicotear la denuncia del racismo

(...) Una de las cosas que se pudo saber es que el boicot estaba ya planificado

(...) en Israel si un palestino utiliza una de las carreteras reservadas a los israelíes es detenido y condenado a seis meses de prisión. Esto afecta incluso a los que han vivido siempre en esos territorios, por ejemplo los aproximadamente trescientos cuarenta mil que viven en Jerusalén Este [7] .

Viñeta: LATUFF

Europa: la dignidad de la sumisión

(...) Si no se mata y no se miente, los europeos nos indignamos. Es natural. La verdad es más “incendiaria” que los incendios; es más “extremista” que el fósforo blanco; es más “violenta” y “provocativa” que la mutilación de un niño. Ahmadineyad, presidente de Irán, subió a la tribuna y dijo serenamente: “Israel es racista”. Los representantes europeos se le echaron encima: “violento, radical, antisemita”. La estrategia legitimadora de Israel, sencilla y brutal, se inscribe en la más acendrada tradición europea: matar, despellejar, masacrar con elegancia y sin aspavientos y escandalizarse luego ante la denuncia, que pone fin a toda posibilidad de diálogo. Decir que las críticas de Ahmadineyad no son constructivas es lo mismo que decir que las bombas de Israel no son destructivas (...)

En todo caso, que la denuncia proceda de un lugar incómodo no es algo que haya que reprocharle a Ahmedineyad, que al menos dice la verdad, sino a nuestros propios gobernantes europeos, tan parecidos en todo lo demás a su homólogo iraní, pero que podrían, si dijeran la verdad y obrasen en consecuencia, acabar con la agonía del pueblo palestino y con la ignominia del Estado de Israel. Porque lo peor, lo más obsceno, lo más vergonzoso es que el “gesto digno, enérgico y civilizado” de nuestros representantes europeos no responde ni a profundas convicciones ideológicas ni a bajos intereses económicos; tampoco al saludable sadismo de nuestra tradición colonial; ni al honrado racismo bien instalado en nuestros instintos; responde solamente a la más pura, cobarde y humillante sumisión. Nunca nadie ha levantado tanto la cabeza para lamer unas botas.

Lo que hay detrás del boicot del gobierno estadounidense a la Conferencia Internacional contra el Racismo

(...) Tanto Estados Unidos como Israel calificaron de anti-semita todo esfuerzo por expresar solidaridad con los palestinos como víctimas del racismo y del colonialismo.

(...) La clase dirigente estadounidense y sus medios de comunicación entendieron la enorme amenaza para su poder, imagen y dominio a escala global que intrínsecamente representaba esta reunión unitaria.

(...) En los ocho años transcurridos desde la Conferencia de Durban ha habido una implacable campaña para calumniar, desacreditar y distorsionar la Conferencia Mundial contra el Racismo, para vaciar de contenido toda provisión que requiriera una acción concreta, para echar abajo el documento colectivo aprobado con tanto entusiasmo y, especialmente, para limitar la participación de aquellos que podían asistir a la Conferencia de seguimiento. Todo esto se ha hecho entre bambalinas, basándose en una intensa presión de Estados Unidos en connivencia con aquellas potencias europeas que durante siglos se han beneficiado del racismo y del colonialismo.

Casi cada página del Programa de Acción aprobado por una mayoría abrumadora en Durban es una amenaza y un reto para la política estadounidense y de sus instituciones. El Programa de Acción no es un documento revolucionario, pero Estados Unidos viola casi cada provisión y encontraría totalmente inaceptables los remedios propuestos contra el racismo, desde el alivio de la deuda hasta la transferencia de tecnología, los derechos de los emigrantes y el poner fin al tráfico humano.

La exigencia de Durban de respeto y de un mayor papel de las organizaciones internacionales en la protección de los derechos laborales y de la mujer, especialmente de las más oprimidas, es una amenaza para el proceso mismo de la globalización corporativa.

(...) El único derecho que las instituciones estadounidenses promueven, en nombre de la libertad, es el derecho de las corporaciones privadas a saquear libremente el planeta.

viernes, 24 de abril de 2009

Lieberman asegura que EEUU hará todo lo que le diga Israel

"Créame, América acepta todas nuestras decisiones", asegura el ministro de Exteriores israelí

EUGENIO GARCÍA GASCÓN - CORRESPONSAL JERUSALÉN - 23/04/2009 01:00

El nuevo Gobierno de Israel está convencido de que tiene a Estados Unidos en el bolsillo. Así lo ha dado a entender el titular de Exteriores, el ultranacionalista Avigdor Lieberman, al diario moscovita Moskovsky Komsomolets en la primera entrevista que concede desde su toma de posesión.

"Créame, América acepta todas nuestras decisiones", dijo Lieberman al periódico ruso. El ministro israelí puede estar seguro de lo que dice, puesto que durante el mandato de George Bush la Casa Blanca ha aceptado a ciegas todo lo que le ha pedido Israel, con la consecuencia de que Oriente Próximo ha caído en un pozo sin fondo sin precedentes.

La nueva Administración de Barack Obama ha indicado que piensa impulsar el proceso de paz en Oriente Próximo y el presidente de EEUU incluso se ha dirigido por televisión al mundo árabe para manifestar que la política de Washington cambiará radicalmente.

Sin embargo, esto no preocupa lo más mínimo al Gobierno de Binyamin Netanyahu.

Lieberman cree que Obama mantendrá la misma línea política en la Casa Blanca y que Israel seguirá construyendo en las colonias judías que hay en los territorios palestinos.

Obama ha dicho en varias ocasiones desde que llegó al poder que defenderá la solución de establecer dos estados independientes para palestinos e israelíes.

Fuente: Público

jueves, 23 de abril de 2009

Mitos y hechos sobre las guerras de Israel

Myths and facts about The Wars

-The 1948 War
-The 1956 War
-The 1967 war
-The 1973 War
-The 1982 war


Since the establishment of Israel there have been five major wars between Arabs and the Israelis. These wars occured in 1948, 1956, 1967, 1973 and 1982. Israel claims that the Arabs started all the wars. Although there has been low-intensity conflict in the intervening years and major conflagrations during the "War of Attrition" in 1969-1970 and the 1978 invasion of Lebanon, massive civil disobedience during the Uprising of 1988, and in 2000-2001 during the Al-Aqsa Intifada, it is these five wars Israel refers to when it makes its claims, creating the impression that Israel has only acted "in self-defence".

-The 1948 War

Myth

The roots of the 1948 war go as far back as the first recognition on the part of the Palestinians that the Zionists wished to establish a Jewish state on their land. In late 1947 the United Nations proposed that Palestine be divided into a Palestinian Arab state and a Jewish state. The UN Partition Plan recommended that 55 percent of Palestine, and the most fertile region, be given to the Jewish settlers who compromised 30 percent of the population. The remaining 45 percent of Palestine was to comprise a home for the other 70 percent of the population who were Palestinians. The Palestinians rejected the plan because it was unfair. Israel and its supporters claim that the Arabs first attacked in Janurary 1948 and then invaded Israel in May 1948.

Fact

The truth is that by May 1948 Zionist forces had already invaded and occupied large parts of the land which had been allocated to the Palestinians by the UN Partition Plan. In January 1948 Israel did not yet exist.

The evidence that Israel started the 1948 war comes from Zionist sources. The History of the Palmach which was released in portions in the 1950s (and in full in 1972)details the efforts made to attack the Palestinian Arabs and secure more territory than alloted to the Jewish state by the UN Partition Plan (Kibbutz Menchad Archive, Palmach Archive, Efal, Israel). Already, Zionist forces were implementing their "Plan Dalet" to "control the area given to us [the Zionists] by the U.N. in addition to areas occupied by Arabs which were outside these borders and the setting up of forces to counter the possible invasion of Arab armies after May 15" (Qurvot 1948, p. 16, which covers the operations of Haganah and Palmach, see also Ha Sepher Ha Palmach, The Book of Palmach).

1. Operation Nachson, 1 April 1948
2. Operation Harel, 15 April 1948
3. Operation Misparayim, 21 April 1948
4. Operation Chametz, 27 April 1948
5. Operation Jevuss, 27 April 1948
6. Operation Yiftach, 28 April 1948
7. Operation Matateh, 3 May 1948
8. Operation Maccabi, 7 May 1948

9. Operation Gideon, 11 May 1948
10. Operation Barak, 12 May 1948
11. Operation Ben Ami, 14 May 1948
12. Operation Pitchfork, 14 May 1948
13. Operation Schfifon, 14 May 1948

The operations 1-8 indicate operations carried out before the entry of the Arab forces inside the areas allotted by the UN to the Arab state. It has to be noted that of thirteen specific full-scale operations under Plan Dalet eight were carried out outside the area "given" by the UN to the Zionists.

Following is a list drawn from the New York Times of the major military operations the Zionists mounted before the British evacuated Palestine and before the Arab forces
entered Palestine:

* Qazaza (21 Dec. 1947)
* Sa'sa (16 Feb. 1948)
* Haifa (21 Feb. 1948)
* Salameh (1 March 1948)
* Biyar Adas (6 March 1948)
* Qana (13 March 1948)
* Qastal (4 April 1948)
* Deir Yassin (9 April 1948)
* Lajjun (15 April 1948)
* Saris (17 April 1948)
* Tiberias (20 April 1948)
* Haifa (22 April 1948)
* Jerusalem (25 April 1948)
* Jaffa (26 April 1948)
* Acre (27 April 1948)
* Jerusalem (1 May 1948)
* Safad (7 May 1948)
* Beisan (9 May 1948).

David Ben-Gurion confirms this in an address delivered to American Zionists in Jerusalem on 3 September 1950:

"Until the British left, no Jewish settlement, however remote, was entered or seized by the Arabs, while the Haganah, under severe and frequent attack, captured many Arab positions and liberated Tiberias and Haifa, Jaffa and Safad" (Ben-Gurion, Rebirth and Destiny of Israel (N.Y.: Philosophical Library, 1954, p. 530).

Although late PM Ben-Gurion speaks of "liberating" Jaffa it was alloted to the Palestinians by the UN Partition Plan.

Late PM Menachem Begin adds: "In the months preceding the Arab invasion, and while the five Arab states were conducting preparations, we continued to make sallies into Arab territory. The conquest of Jaffa stands out as an event of first-rate importance in the struggle for Hebrew independence early in May, on the eve [that is, before the alleged Arab invasion] of the invasion by the five Arab states" (Menachem Begin, The Revolt, Nash, 1972, p. 348)

On 12 December 1948 David Ben Gurion confirmed the fact that the Zionists started the war in 1948: "As April began, our War of Independence swung decisively from defense to attack. Operation 'Nachson'...was launched with the capture of Arab Hulda near where we stand today and of Deir Muheisin and culminated in the storming of Qastel, the great hill fortress near Jerusalem" (Ben Gurion, Rebirth and Destiny of Israel (N.Y.: Philosophical Library, 1954, p. 106).

Israeli historians have themselves refuted the claim that the Arabs started the 1948 war. Benny Morris uncovered a report from the Israeli Defense Force Intelligence Branch (30 June 1948) that shows a deliberate Israeli policy to attack the Arabs should they resist and expel the Palestinians (Benny Morris, "The Causes and Character of the Arab Exodus from Palestine: the Israel Defense Forces Intelligence Branch Analysis of June 1948", Middle Eastern Studies, XXII, January 1986, pp. 5-19).

Conclusion

In sum, it is not true that the Arabs "invaded Israel" in 1948. First, Israel did not exist at the time of the alleged invasion as an established state with recognised bounderies. When the Zionist leaders established Israel on 15 May 1948 they purposely declined to declare the bounderies of the new state in order to allow for future expansion.

Secondly, the only territory to which the new state of Israel had even a remote claim was that alloted to the Jewish state by the UN Partition Plan. But the Zionists had already attacked areas that were alloted to the Palestinian Arab state.

Thirdly, those areas which the Arab states purportedly "invaded" were, in fact, exclusively areas alloted to the Palestinian Arab state proposed by the UN Partition Plan. The so-called Arab invasion was a defensive attempt to hold on to the areas alloted by the Partition Plan for the Palestinian state.

Finally, the commander of Jordan's Arab Legion, was under orders not to enter the areas alloted to the Jewish state (Sir John Bagot Glubb, "The Battle for Jerusalem", Middle
East International, May 1973).

-The 1956 War

Myth

Israel blames the 1956 Sinai war on Egypt's aggressive behavior, including the closing of the Suez Canal.

Fact

The facts concerning the Sinai war come from Israeli sources.

A decisive and authoritative contribution exploding the myth of Israel's accusations are the relevations from former Prime Minister Moshe Sharett's Personal Diary (Moshe Sharett, Yoman Ishi, Ma'ariv, 1979, in Hebrew with portions trans. in Livia Rokach, Israel's Sacred Terrorism: A Study Based on Moshe Sharett's Personal Diary and Other Documents, AAUG, 1980).

The main reason often given for the origin of the 1956 war was Egypt's closing of the Suez Canal. Moshe Sharett reveals that the Israeli leadership was planning the territorial conquest of the Sinai and Gaza as early as the fall of 1953. The Israeli attack on Gaza in February 1955 was undertaken as a conscious preliminary act of war. David Ben-Gurion became Prime Minister and Israel soon became very aggressive. On 28 February 1955 Israeli troops invaded Gaza killing 37 Egyptians and wounding 31. The attack came out of the blue. Egyptian President Gamal Nasser said it "was revenge for nothing. Everything was quiet there" (Kennett Love, Suez: the Twice Fought War, McGraw-Hill, 1969, p. 83). The Chief of Staff of the United Nations Truce Supervision Organisation, Swedish General Carl von Horn, confirmed Nasser's claim, asserting that there had been "comparative tranquility along the armistice demarcation lines during the greater part of the period November 1954 to February 1955" (Report to the Security Council, UN Doc. S3373, 17 March 1955).

In the 1950s few people believed that Nasser had aggressive intentions towards Israel. Richard Grossman, a British Zionist, wrote in 1955 that: "not only Egypt, but the whole Middle East must pray that Nasser survives the assassin's bullet. I am certain that he is a man who means what he says, and that so long as he is in power directing his middle-class revolution, Egypt will remain a factor for peace and social development" (Richard Grossman, New Statesman and Nation, 22 January 1955).

The Gaza raid changed everything. Arab public opinion was outraged and demanded action, as it was intended to. Nasser needed arms to equip his army which was hopelessly outgunned by Israel. Western Intelligence was convinced that Egypt had no intention of attacking Israel. The Americans rebuffed Nasser in any case and Egypt turned to the Russians who orchestrated the famous Czech arms deal which was used by Israel for feigned outrage. The Russians had also used the Czechs to supply arms to Israel in 1948.

Nasser did not realise that he was being set up for the Israeli invasion, although he did recognise that the situation was heating up. In October 1955, a year before the war, Israeli PM David Ben-Gurion ordered his Chief of Staff, General Moshe Dayan, to prepare invasion plans. Ben Gurion was determined, according to Dayan, "not to miss any politically favorable opportunity to strike at Egypt" (Moshe Dayan, Diary of the Sinai Campaign, Weidenfeld and Nicolson, 1966, p. 37).

Dayan expressed the hopes of the Israeli leadership when he said in December 1955: "One of these days a situation will be created which makes military action possible" (Kennet Love, Suez: The Twice Fought War, McGraw-Hill, 1969, p. 106).

The opportunity to make war against Egypt came in July 1956 when Nasser nationalised the Suez Canal, an act within the legal right of the Egyptian state. The Suez Canal was controlled by foreigners in 1956 and represented an important vestige of colonialism affronting the Arab people. Nasser's action was popular although, in hindsight, politically cataclysmic. France and Britain, in one of the last spasms of European colonialism, colluded in a secret alliance with Israel to invade the Sinai and destroy Nasser. On 29 October 1956 Israel attacked Egypt and occupied the entire Sinai. French war equipment poured into Israel and French and British warships bombarded the Egyptian coast.

French and British troops landed and helped the Israeli armed forces. Eisenhower, who had been in the dark about the invasion plans and the secret alliance, demanded that Israeli forces withdraw from Egyptian territory. Israel refused, leading Eisenhower to exclaim: "Should a nation which attacks and occupies foreign territory in the face of U.N. disapproval be allowed to impose conditions on its own withdrawal? If we agree that armed attack can properly achieve the purpose of the assailant, then I fear we will have turned back the clock of international order..." (Address to the nation, 20 February 1957).

-The 1967 war

Myth

Israel claims that its attack against Egypt in June 1967 was a defensive measure to prevent Gamal Abdel Nasser from attacking.

Fact

Israel began planning the re-conquest of the Sinai soon after its forced withdrawal in 1956. In 1967, as in 1956, Israel waited for favorable circumstances to put its plan into action.

In 1967, however, Israel had a greater appreciation of the necessity and utility of a sophisticated publicity campaign, waged through the international media, to convince Western opinion that any Israeli military actions could only be construed as acts of self-defense. This publicity campaign was two-pronged: stressing that the Arabs attacked Israel and that Israel was in danger of annihilation. Both presuppositions were patently false.

In the early hours of 5 June 1967, Israel announced to a credulous Western world that the Egyptian Air Force had initiated hostile actions. In fact, it was the Israelis who had attacked the Egyptians and destroyed virtually the entire Egyptian Air Force while its fleet was still on the ground.

General Matityahu Peled, one of the architects of the Israeli conquest, committed what the Israeli public considered blasphemy when he admitted the true thinking of the Israeli leadership: "The thesis that the danger of genocide was hanging over us in June 1967 and that Israel was fighting for its physical existence is only bluff, which was born and developed after the war" (Ha'aretz, 19 March 1972). Israeli Air Force General Ezer Weizmann declared bluntly that "there was never any danger of extermination" (Ma'ariv, 19 April 1972). Mordechai Bentov, a former Israeli cabinet minister, also dismissed the myth of Israel's imminent annihilation: "All this story about the danger of extermination has been a complete invention and has been blown up a posteriori to justify the annexation of new Arab territories" (Al Hamishmar, 14 April 1972).

After the 1967 war Israel, claimed it invaded because of imminent Arab attack. It claimed that Nasser's closing of the Straits of Tiran constituted an act of war. It also cited Syrian shelling on the demilitarized zone of the Syrian-Israeli border. The claim that the Arabs were going to invade appears particularly ludicrous when one recalls that a third of Egypt's army was in Yemen and therefore quite unprepared to launch a war. On the Syrian front, Israel was engaging in threats and provocations that evidenced many similarities to its behavior in the lead up to the Gaza raid of 1955.

The demilitarized zone on the Syrian-Israeli border was established by agreement on 20 July 1949. Israeli provocations were incessant and enabled Israel to increase and extend its sovereignty by encroachment over the entire Arab area. According to one UN Chief of Staff, Arab villagers were evicted and their homes destroyed (E.L.M. Burns, Between Arab and Israeli, Ivan Obolensky, 1962, pp. 113-114).

Another Chief of Staff described how the Israelis ploughed up Arab land and "advanced the 'frontier' to their own advantage" (Carl von Horn, Soldiering for Peace, Cassell, 1966, p. 79). Israel attempted to evict the Arabs living on the Golan and annex the demilitarized zone. When the Syrians inevitably responded, Israel claimed that "peaceful" Israeli farmers were being shelled by the Syrians. Unmentioned was the fact that the "farmers" were armed and using tractors and farm equipment to encroach on the demilitarized zone (David Hirst, The Gun and the Olive Branch: the Roots of Violence in the Middle East, Faber and Faber, 1984, pp. 213-15). This was part of a "premeditated Israeli policy [..] to get all the Arabs out of the way by fair means or foul."

Shortly after the Syrian response on 7 April 1967, the Israeli Air Force attacked Syria, shooting down six planes, hitting thirty fortified positions and killing about 100 people (Hirst, op. cit., p. 214). It was unlikely that any Syrian guns would have been fired if not for Israel's provocation. Israel's need for water also played a role in the 1967 attack. The invasion completed Israel's encirclement of the headwaters of the Upper Jordan River, its capture of the West Bank and the two aquifers arising there, which currently supply all the groundwater for northern and central Israel.

The Israelis followed-up their massive retaliation with stern warnings. On 11 May 1967, General Yitzhak Rabin said on Israeli radio: "The moment is coming when we will march on Damascus to overthrow the Syrian Government" (Godfrey Jansen, "New Light on the 1967 War", Daily Star, London, 15, 22, 26 November 1973). Syria sought Egypt's assistance under their Mutual Defense Pact of November 1966. Nasser could not afford to stand idly by. He ordered the removal of the small UN force stationed in Sinai and closed the Straits of Tiran. This action provided the casus belli that Israel soon invoked.

Nasser's move was a gesture of solidarity with Syria and no threat to Israel's economy or its security. The closure of the Straits did not force Israel into war. Claims of economic strangulation were absurd since only 5 percent of Israel's trade depended on free movement through the Straits of Tiran. No Israeli merchant vessel had passed through the Straits during the previous two years (Michael Howard and Robert Hunter, Israel and the Arab World: the Crisis of 1967, Adelphi Papers 41, Institute for Strategic Studies, 1967, p. 24).

In sum, the threat to Israel's survival in 1967 was non-existent. According to the British newspaper The Observer, Nasser's purpose was clearly "to deter Israel rather than provoke it to a fight" (The Observer, London, 4 June 1967). New York Times columnist James Reston reported that "Egypt does not war [...] certainly is not ready for war" (New York Times, 4 and 5 June 1967).

The Israelis themselves were perfectly aware of this, given their sophisticated military intelligence capabilities. Later, in the first few days of the war, they were so concerned that their plans for attacking Syria would be discovered that they deliberately attacked the USS Liberty, killing 33 American sailors, in an attempt to prevent it from monitoring war preparations.

A few months after the war, Yitzhak Rabin remarked: "I do not think Nasser wanted war. The two divisions he sent to the Sinai on 14 May would not have been sufficient to launch an offensive against Israel. He knew it and we knew it" (Le Monde, 29 February 1968).

Israeli General Peled was even more frank: "To pretend that the Egyptian forces massed on our frontiers were in a position to threaten the existence of Israel constitutes an insult not only to the intelligence of anyone capable of analyzing this sort of situation, but above all an insult to the Zahal [Israeli army]" (Ha'aretz, 19 March 1972).

Finally, in 1982, the Israelis admitted that they had started the war (although official Zionist propaganda in the United States still does not acknowledge this fact). Prime Minister Menachem Begin, in a speech delivered at the Israeli National Defense College, clearly stated that: "The Egyptian army concentrations in the Sinai approaches do not prove that Nasser was really about to attack us. We must be honest with ourselves. We decided to attack him" (Jerusalem Post, 20 August 1982).

-The 1973 War

Myth

The 1973 war – the Yum Kipur war – holds a special place in Israeli mythology. Again, the myth is that Israel was attacked unprovoked, that its existence was again at stake, and that Israelis were at the periloud risk of annihilation.

Fact

After coming to power in late 1970, Egyptian President Anwar Sadat indicated to the United States that he was willing to negotiate with Israel to resolve the conflict in exchange for Egyptian territory lost in 1967. In February 1971 he offered a full peace treaty to Israel, which it rejected, although international consensus supported the Sadat offer which conformed to the US position (John Kimche, There Could Have Been Peace, Dial, 1973, p. 286).

When these overtures were ignored by Washington and Tel Aviv, Egypt and Syria launched an coordinated action in October 1973 against Israeli forces occupying the Egyptian Sinai and Syrian Golan Heights. The devastating defeat of 1967 left Israel in control of the West Bank, Gaza, the Golan Heights and the Sinai. Israel rapidly moved to incorporate these occupied territories into its domain. Israel illegally annexed Jerusalem and began establishing colonial settlements in all the occupied territories.

It was clear that the Arab World could not go on indefinitely watching Israel expel Egyptians, Syrians and Palestinians while installing Jewish settlers in their thousands. By 1973 nearly 100 settlements had been established and hundreds of thousands of Palestinians had been displaced, expelled, imprisoned or deported.

On 6 October 1973 the Egyptian and Syrian armies attacked Israeli positions in the Sinai and on the Golan Heights in an attempt to liberate their territory occupied by Israel. The Secretary-General of the Arab League explained the Arab action: "In a final analysis, Arab action is justifiable, moral and valid under Article 51 of the Charter of the United Nations. There is no aggression, no attempt to acquire new territories. But to restore and liberate all the occupied territories is a duty for all able self-respecting peoples" (Sunday Times, 14 October 1973).

-The 1982 war

Myth

In 1982, Israel claimed that its military objective was to attack, not Lebanon, but the Palestine Liberation Organization (PLO) in Lebanon in order to 'safeguard the
Galilee region from enemy artillery and infiltration'.

Fact

The facts are that Israel invaded Lebanon on 6 June 1982 in order to totally destroy the PLO, not only its insignificant military capability, but also all of its civilian functions.

The other basic war aim was described by Israeli Minister of Defense Ariel Sharon: "The bigger the blow and the more we damage the PLO infrastructure, the more the Arabs in Judea and Samaria, [the Biblical name for the West Bank used for obvious political reasons by Israel] and Gaza will be ready to negotiate with us" -- The Times, 5 August 1982 -- Israel had hoped that, with the destruction of the PLO, Lebanon could be ripped from its Arab moorings in order to create an Israeli puppet regime of pro-Israeli Maronite Christian Lebanese, a minority of the population.

As early as 1954, David Ben-Gurion had urged that one of the "central duties" of Israel's foreign policy should be to push the Maronite Christians to "proclaim a Christian state". Moshe Dayan had said that: "[the] Israeli army will enter Lebanon, will occupy the neessary territory, and will create a Christian regime which will ally itself with Israel" -- Livia Rokach, Israel's Sacred Terrorism, op.cit., pp. 24-30. Also see, Laura Zittrain Eisenberg: My Enemy's Enemy: Zionist Intentions in Lebanon. The Israeli claim that it had invaded Lebanon "in self-defense" is false.

Between August 1981 and May 1982 the PLO maintained a truce, sponsored by the United States and Saudi Arabia, on Lebanon's southern border. Israel, on the other hand, violated the truce 2,777 times (United Nations records cited by Robin Wright in the Christian Science Monitor, 18 March 1982; Alexander Cockburn and James Ridgeway, Village Voice, 22 June 1982). [For the most thorough, as well as the most compelling treatment of Israel's invasion of Lebanon, see Robert Fisk, Pity the Nation] Once again Israel only needed an excuse to make war. This time the casus belli was the attempted assassination of the Israeli ambassador to London, an act determined by Scotland Yard to have been conducted by the PLO-dissent Abu Nidal group. In any case, Israel's excuse was so flimsy that, for the first time in the Arab-Israeli conflict, Israeli propaganda was not taken on board without question by the international community.

At first the Israelis operated under the pretense that they were only securing their borders and stated that they did not intend to go beyond a 25 mile limit. But the truth was very different as described by the former chief of Israeli military intelligence, Aharon Yariv: "I know in fact that going to Beirut was included in the original military plan" -- Jerusalem Post, 24 September 1982. Israel's invasion of Lebanon has no validity in international law. Israel thus had no grounds to rely on the provision of the Charter of the United Nations concerning self-defense, while the means used to effect the invasion clearly lacked proportionality. The cease-fire of July 1981 had been observed scrupulously.

The objective of the 1982 invasion and war, therefore, was to achieve certain political and strategic aims at a high cost, which included breaches of some of the most fundamental rules of international law. As for the Israeli justification for the conduct of hostilities, the principle of military necessity cannot excuse the massive number of civilian casualties which resulted from Israeli attacks on refugee camps, hospitals, schools, cultural, religious and charitable institutions, commercial and industrial premises, Lebanese government and PLO offices, diplomatic premises and urban areas generally.

Particularly heinous was the August 8th bombardment of Beirut by the Israeli Air Force, which some correspondents compared to the WWII bombing of Dresden in its ferocity. Hundreds of innocent Beiruti civilians died as a result of this war crime. [See Thomas Friedman, From Beirut to Jerusalem; Robert Fisk, Pity the Nation; Jean Said Makdisi, Beirut Fragments; Chris Giannou, Besieged: A Doctor in Lebanon.]

miércoles, 22 de abril de 2009

ONG palestinas denuncian discriminación en su contra en Conferencia de la ONU

2009-04-22 09:27:37
Agencia EFE

Organizaciones palestinas defensoras de los derechos humanos denunciaron hoy ser víctimas de discriminación en la Conferencia Mundial contra el Racismo de la ONU, que se celebra esta semana en Ginebra.

"La participación de las ONG palestinas en los eventos paralelos fue rechazada", declaró el representante de la organización civil AlHaq, Wisam Ahmad, quien fue secundado en esta queja por la responsable del Centro para los Derechos de los Refugiados Palestinos (Badil), Ingrid Gasner.

Ambos explicaron que la Unidad de Coordinación de la Sociedad Civil de la Conferencia no aprobó su participación, ni la de ninguna entidad árabe, en las reuniones que se realizan desde el lunes como actividades anexas a la Conferencia.

En ellas las entidades no gubernamentales expresan sus opiniones y debaten sobre las distintas problemáticas de racismo en el mundo.

Sin embargo, Gasner aseguró que su organización no pudo exponer su punto de vista en ninguna de esas reuniones porque los organizadores les indicaron en el último minuto que en esos eventos "no se podían abordar las situaciones de países específicos".

Esa justificación fue ofrecida "oralmente", dijo la activista, cuya organización tiene sede en Belén, en el territorio palestino de Cisjordania.

A pesar de ello, recordó, organizaciones judías realizaron el martes una reunión en el recinto de la ONU en Ginebra para defender sus puntos de vistas, en la que participaron personalidades como el Premio Nobel Elie Wiesel.

"Reclamamos que se investigue como ocurrió esto", dijo Gasner.

Asimismo, denunció que en el marco de esa reunión se distribuyeron postales con ilustraciones que intentan presentar a los palestinos como terroristas.

En una de ellas, se observa a un bebé vestido como un kamikaze y con un cinturón de explosivos.


"Esto es incitación al odio", lo que está específicamente prohibido por la declaración final aprobada en la Conferencia, recalcó.

"Existe un claro esfuerzo por callar toda controversia y terminar la Conferencia con la menor polémica posible, lo que se traduce en esfuerzos para excluir todos los temas que puedan causar problemas, como la cuestión palestina", concluyó Gasner.

De otra parte, el presidente de la Media Luna Roja palestina, Younis Al-Khatib, reclamó hoy en una conferencia en la Feria del Libro de Ginebra el final del bloqueo de Gaza.

"La ocupación debe acabar para devolverle a la población de Gaza su libertad y dignidad", dijo.

"Hay que dejar de tratar a Israel como si estuviera por encima de la ley y obligarle a respetar el derecho internacional", exigió.

Fuente: Palestina Libre

La resistencia palestina: Un derecho legítimo y un deber moral


Samah Jabr*
21/4/2009

Las atrocidades incesantes e insoportables perpetradas por el gobierno israelí apenas nos permiten reflexionar sobre el aspecto moral de nuestra resistencia. Lo habitual es que nuestras reacciones ante los acontecimientos sean inmediatas, instintivas y emocionales. Los pocos que consiguen reflexionar sobre los aspectos morales, políticos y estratégicos de nuestra lucha se ven enfrentados a la falta de perspectiva y a los daños causados por el conflicto que prevalecen sobre la razón y la conciencia.

¿Cómo analizar la resistencia palestina, en el marco de la larga historia del conflicto palestino-israelí, con la mayor objetividad y el respeto que merece? La ocupación de Palestina se fundamenta en una ideología del siglo XIX que niega la existencia de un pueblo y que ha llevado a cabo un programa colonial basado en el derecho divino a “una tierra sin pueblo”. Para responder a esta agresión teológico-colonial, la resistencia palestina ha adoptado la estrategia “de la guerra de un pueblo”, que aspira al reconocimiento de Palestina como una nación desposeída, en lugar de una “nación inexistente”.

Hasta la fecha, los palestinos ni tienen Estado, ni fuerzas armadas. Nuestros ocupantes nos someten a toques de queda, expulsiones, demoliciones de casas, torturas legalizadas y toda una serie de violaciones de los derechos humanos. Nada puede justificar la comparación entre el grado de responsabilidad oficial que se les atribuye a los palestinos por las actuaciones de algunos individuos y la responsabilidad de la sistemática violencia brutal contra una población en su totalidad, practicada con total impunidad por el Estado de Israel. Los medios de información estadounidenses califican de “terrorismo” nuestra búsqueda de libertad, de forma que el palestino asume el papel de prototipo internacional de terrorismo. Esta política ha condicionado la opinión pública occidental y ha tenido como consecuencia una toma de partido internacional que se manifiesta en la tendencia a describir las violencias contra civiles palestinos de forma neutra. Las víctimas palestinas quedan reducidas a simples estadísticas anónimas mientras que las israelíes se difunden con imágenes y palabras terribles.

Esta distorsión de la resistencia palestina ha asfixiado cualquier diálogo razonable. Muchos de nuestros esfuerzos para oponernos al arbitrario dominio del ocupante son rechazados con la amenaza del “terrorismo”, como si debiéramos excusarnos continuamente y condenar la resistencia palestina- a pesar de la falta de acuerdo sobre la definición del término “terrorismo” y de que el derecho a la autodeterminación mediante la lucha armada está autorizado por el artículo 51 de la Carta de la ONU relativo a la autodefensa.

¿Cómo es posible que la palabra “terrorismo” se aplique tan alegremente a los individuos o grupos que utilizan bombas caseras, y no a los Estados que emplean armas nucleares y otras prohibidas, para asegurar el dominio del opresor? Israel, Estados Unidos, Gran Bretaña, se deberían encontrar lógicamente a la cabeza de la lista de los Estados exportadores de terrorismo por sus agresiones militares contra poblaciones civiles en Palestina, Iraq, Sudán, etc. Pero “terrorismo” es un término político del que se sirve el colonizador para desacreditar a quienes se resisten- de la misma manera que los afrikaners y los nazis calificaban de “terroristas” a los combatientes negros sudafricanos y a los miembros de la resistencia francesa.

Existe también la tendencia entre quienes se oponen a la resistencia palestina de recurrir al término “Jihad”, empleado como sinónimo de “terrorismo”. Así, reducen el significado de la palabra “Jihad” a la idea de muerte. Jihad es un concepto mucho más amplio que significa luchar contra nuestros bajos instintos, esforzarse en realizar buenas acciones, oponerse activamente a la injusticia y ser pacientes en los momentos difíciles. Jihad no significa utilizar la violencia contra las criaturas de Dios, ni el coraje de morir defendiendo sus derechos. Sin embargo, la violencia puede ser un medio de defensa para un ser humano racional. Por ello, por ejemplo, cuando una mujer reacciona violentamente frente a una amenaza de violación, es una forma de Jihad.

Más aún, la Jihad es un valor islámico y no todos los resistentes palestinos son musulmanes. Que unos jóvenes palestinos se inmolen es un secreto que se llevan con ellos. Quizás se trate del fruto misterioso de la venganza que crece en una tierra abonada por la opresión y la ocupación, o la profunda manera de protestar contra una crueldad sin piedad; o una tentativa desesperada de conseguir la igualdad con los israelíes a través de la muerte, ya que no pueden alcanzarla en vida. Las gentes que viven en unas condiciones inhumanas desde que nacen son, desgraciadamente, capaces de actos inhumanos. ¿Qué les queda a los millares de personas sin hogar de Rafah sino su resistencia? Pero no se trata del Islam, es la naturaleza humana común a hombres y mujeres creyentes, laicos y agnósticos. Nuestras mujeres camicaces no mueren en manera alguna con la esperanza de encontrarse con las 70 vírgenes que les esperan en el Paraíso.

Otro factor decisivo en la resistencia palestina es la lamentable historia de las sucesivas negociaciones de paz y la ausencia de apoyo internacional. Las negociaciones con Israel sólo nos han traído promesas de autonomía frente a nuestro empobrecimiento, reforzando la voluntad del poderoso y consolidando las ilegalidades, como fundamento de una ocupación concebida para perdurar. La ausencia de negociadores honrados en las negociaciones de paz es lo más flagrante. La ONU ha sido incapaz de tomar medidas para defender los derechos de los palestinos. Ni el mundo entero ha propuesto algún remedio a las innumerables heridas que afectan a los palestinos. En múltiples ocasiones, Washington ha utilizado su derecho de veto en el Consejo de Seguridad para oponerse al consenso mundial que pedía la presencia de observadores internacionales en Cisjordania y Gaza.

La implacable denegación de nuestros derechos, unida a la ausencia de una solución internacional eficaz nos ha llevado a tomar conciencia de que nuestra única esperanza es la autodefensa.

El derecho internacional concede a una población que lucha contra el ocupante el derecho de utilizar “todos los medios a su alcance” para liberarse, y los ocupados “tienen el derecho de buscar y recibir apoyo” (cito aquí varias resoluciones de la ONU). La revolución estadounidense recurrió a la resistencia armada, la resistencia afgana lo hizo contra la Unión Soviética, la resistencia francesa contra los nazis, y los judíos resistentes en sus campos de concentración, en particular la famosa rebelión del gueto de Varsovia. De la misma manera, la resistencia palestina es el resultado de una situación de ocupación ilegal y de opresión de un pueblo en su totalidad. El grado de violencia puede variar, en efecto, y puede que la resistencia sea esencialmente no violenta. A pesar de todas las injusticias de las que son objeto, las gentes siguen empeñadas en vivir, en estudiar, en rezar y cultivar sus tierras en un país ocupado.

En ciertos casos, se resisten activamente y han recurrido a la violencia. Esta resistencia violenta puede ser defensiva (y, entonces, para mí, aceptable), por ejemplo la defensa del campo de refugiados de Jenin frente al avance de las mortíferas máquinas bélicas israelíes; o puede adoptar la forma de atentados inaceptables como el bombardeo de civiles israelíes mientras celebran la Pascua judía. No obstante, en todos los casos, son los individuos quienes eligen la forma de resistencia y su elección no es forzosamente la del conjunto del pueblo palestino. En cualquier caso, como ya lo hemos apuntado, tanto si la resistencia es violenta o no, siempre es igualmente aplastada por una violencia deliberada de Estado por parte del gobierno israelí libre y democrático y de su ejército. La muerte de la pacifista estadounidense Rachel Corrie es la demostración palpable.

“¿Dónde está el Ghandi palestino?”, se preguntan algunos. Nuestros “Ghandis” están o en la cárcel, o en el exilio o enterrados. No somos centenares de millones. Un pueblo de tres millones trescientas mil personas desarmadas es vulnerable frente a seis millones de israelíes, prácticamente todos militarizados o reservistas. No se trata de una colonización económica: los israelíes llevan a cabo una limpieza étnica para apoderarse de la tierra palestina en provecho exclusivo de los judíos.

Resulta irónico constatar cuán pocas personas de las que piden a los palestinos que imiten a Gandhi se plantean preguntas sobre el sionismo, causa primera de la ocupación. Sin embargo, en 1938, Gandhi ponía ya en duda los argumentos políticos del sionismo. “Mi simpatía no me hace olvidar las exigencias de justicia, el llamamiento para la creación de un hogar nacional para los judíos no me seduce especialmente. El principio en que se basa ese hogar hay que buscarlo en la Biblia y en la tenacidad con la que los judíos han ansiado su retorno a Palestina. ¿Por qué no pueden ellos, como los demás pueblos de la tierra, establecer su hogar en el país en el que han nacido y donde se ganan la vida?”.

Gandhi rechazó rotundamente la idea de un Estado judío en la “tierra prometida”, señalando que “la Palestina de la concepción bíblica no es un lugar geográfico”.

La resistencia violenta es el resultado de una ocupación militar inhumana; que inflige arbitrariamente castigos diarios y sin juicio alguno; que niega la posibilidad de conservar los medios de subsistencia y destruye de forma sistemática cualquier perspectiva de futuro del pueblo palestino. Los palestinos no han ido a la tierra de otro pueblo para destruirlo o expoliarle sus bienes. Nuestra ambición no es inmolarnos para aterrorizar a otros. Queremos que todo el mundo pueda tener, como es debido, una vida decente en nuestra tierra natal.

Lo más descorazonador de las críticas expresadas contra nuestra resistencia es que ignoran nuestros sufrimientos, nuestras desposesiones y la violación de nuestros derechos más elementales. Cuando se nos asesina, esas críticas se vuelven insensibles. Nuestra cuotidiana lucha pacífica para llevar una vida normal se ignora en gran medida. Cuando algunos de nosotros sucumben a la revancha y a la venganza, la indignación y las condenas recaen sobre la totalidad de nuestro pueblo. La seguridad israelí se considera más importante que nuestros derechos elementales a la existencia; los niños israelíes se consideran más humanos que los nuestros; y el dolor israelí más inaceptable que el nuestro. Cuando nos rebelamos contra las condiciones inhumanas que nos machacan, nuestros críticos nos comparan con los terroristas, enemigos de la vida y de la civilización.

Pero no es para apaciguarlos por lo que debemos reconsiderar nuestra resistencia, sino porque nos preocupamos de la moral de los palestinos y de su espíritu.

Las leyes internacionales y el precedente histórico de muchas naciones reconocen el derecho de una población a tomar las armas para luchar por su liberación cuando se encuentra bajo el yugo de una opresión colonial. ¿Por qué la situación habría de ser diferente en el caso de los palestinos?¿Acaso no se trata de una norma de derecho internacional y por ello de aplicación universal? Los estadounidenses han establecido en su Constitución los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. Resulta esencial dar prioridad al derecho a la vida. Al fin y al cabo, sin el derecho a seguir vivo, a protegerse de los ataques, a defenderse, los demás derechos quedarían vacíos de sentido. La consecuencia de este derecho, es el derecho de autodefensa.

Los palestinos seguimos enfrentados a una ocupación brutal con el pecho al descubierto y las manos desnudas. Yo creo en el diálogo entre palestinos e israelíes pero las negociaciones no son suficientes en sí mismas; deben acompañarse de la resistencia a la ocupación. Mientras los israelíes hablan con nosotros, continúan construyendo colonias y levantando un Muro que nos encerrará más y violará todavía más nuestros derechos. ¿Por qué habríamos de abandonar nuestros derechos a resistir y seguir viviendo en el reino del asesino absurdo?

Vivir bajo la opresión y someterse a la injusticia es incompatible con la salud mental. La resistencia no es sólo un derecho y un deber sino también un reparación para los oprimidos. Independientemente de cualquier opción estratégica o pragmática, nuestra resistencia es la expresión de nuestra dignidad humana. La resistencia violenta debe ser siempre defensiva y utilizada como último recurso. Sin embargo, es importante distinguir los objetivos aceptables (militares) de los inaceptables (civiles) y establecer límites a la utilización de nuestras armas. El opresor, por su parte, no debe estar exento de estos mismos principios.

La historia de nuestra resistencia debe ser analizada y evaluada desde el punto de vista del derecho internacional, de la moral, de la experiencia y de los factores políticos, teniendo en cuenta los acontecimientos cronológicos y el contexto, poniendo en su justo lugar los derechos humanos, las leyes internacionales y las normas de comportamiento desde hace mucho tiempo asumidas por la comunidad internacional. Los palestinos deben ser creativos en la búsqueda de alternativas no violentas y eficaces como formas de resistencia. Ellas podrán convocar a los progresistas de todo el mundo a unirse a nuestro combate. A fin de cuentas, la fuerza de los palestinos reside en su moral, en sus características humanas nosotros nos corresponde encontrar los recursos morales y humanitarios con el fin de preservar esta fuerza.

* Samah Abr es palestina, médica y vive en el Jerusalén ocupado.

- Michel Collon Info

- Traducido del francés para La Haine por Felisa Sastre

GAZA: La ayuda se pudre en Egipto

Suministros para Gaza se pudren en Egipto


Erin Cunninghan/IPS. AL ARISH, Egipto 16 de abril de 2009

AL ARISH, Egipto, abr (IPS) - Cientos de miles de toneladas de suministros para los palestinos de Gaza se están pudriendo en ciudades de la provincia egipcia Sinaí Norte, pese a que las Naciones Unidas reclamaron que se autorice el pasaje de mercancías al territorio arrasado por el último ataque israelí.

Alimentos, medicamentos, sábanas, comida para bebes y otros suministros para los 1,5 millones de residentes del territorio palestino de Gaza, enviados por gobiernos y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, se almacenan en depósitos, aparcamientos, estadios y aeropuertos de esta provincia.

Israel lanzó la Operación Plomo Fundido contra Gaza el 27 de diciembre. El ataque causó daños a la infraestructura ya deteriorada y dejó 1.400 muertos y más de 5.000 heridos. El 19 de enero fue declarado un cese del fuego unilateral por los bandos beligerantes.

Tres meses después, la mayor parte de la ayuda internacional para asistir a la población civil se pudrió o se dañó a causa de la lluvia, el sol y la negativa de Egipto a abrir el cruce de la ciudad fronteriza de Rafah.

Egipto comparte 14 kilómetros de frontera con el territorio palestino. Los puestos de control permanecen cerrados de forma más o menos continua desde que Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) se hizo del control de Gaza por las armas en junio de 2007.

Harina, pasta, azúcar, café, chocolate, salsa de tomate, lentejas, barras de dátiles, jugos, garbanzos, sábanas, camas de hospital, catéteres y otros suministros están distribuidos en unos ocho depósitos dentro y en las afueras de esta ciudad, 50 kilómetros al oeste de la frontera con Gaza.

“Para ser honestos, la mayoría de los suministros no llegarán a Gaza”, dijo a IPS un funcionario local que pidió reserva de su identidad. “Habrá que tirar mucha comida”.

El jefe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa, por sus siglas en inglés) en Gaza, John Ging, dijo a IPS la semana pasada que el bloqueo de la ayuda humanitaria tiene consecuencias devastadoras sobre la población palestina, tanto en el plano físico como emocional.

El último Informe de Situación de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), divulgado el 30 de marzo, señala que “la cantidad y el tipo de suministros enviados a Gaza siguen sujetos a restricciones imprevisibles y azarosas que crean grandes problemas logísticos a las organizaciones” encargadas de su distribución.

Alimentos y otros suministros comenzaron a llegar a Egipto desde el inicio de la guerra. Durante el ataque, la asistencia médica se derivó a Rafah, la única forma de llegar al territorio palestino sin pasar por Israel, en tanto la comida se envío al Estado judío.

En este momento, la asistencia humanitaria que llega a Egipto debe pasar por los cruces comerciales entre este país e Israel, Al Auja o Kerem Abu Sellem, y queda sujeta a las disposiciones de ambos estados y de las leyes de importación israelíes.

Gran parte de los productos almacenados en esta zona, desde lentejas, pasta, garbanzos y jugos, fueron considerados por Israel como “no esenciales” para la vida.

Las autoridades israelíes rechazaron 2.000 “canastas familiares”, con suministros básicos donados por la organización no gubernamental italiana Música para la Paz, en el cruce de Al Auja, dijo a IPS su presidente, Stefano Robera, porque contenían un frasco de miel.

Representantes de organizaciones internacionales que se encuentran en Al Arish y en Rafah aseguran que no pasa nada por los cruces fronterizos de Egipto, pese a que el gobierno aseguró que el segundo cruce permanecería abierto por “razones humanitarias”.

OCHA informó que el cruce de Rafah estuvo cerrado durante el mes de marzo y se abrió sólo dos días para permitir el pasaje de sábanas y colchones.

Desde el inicio del ataque, el 27 de diciembre, sólo se enviaron 43 camiones a la franja de Gaza, de lo que OCHA llama “productos alimenticios para humanos”, a través de Rafah. El primer cargamento recién pudo ingresar el 10 de enero, más de dos semanas después.

Algunas organizaciones que coordinan la asistencia a través de Egipto señalaron que el gobernador de esta provincia, Mohammad Abdel Fadil Shousha, les pidió que sencillamente donaran los productos a las entidades locales.

Otros testigos dijeron a IPS que las fuerzas de seguridad egipcias, encargadas de custodiar la asistencia, la estaban distribuyendo entre los residentes de Al Arish.

El cruce de Rafah se abrió en noviembre de 2005, cuando Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) firmaron el Acuerdo sobre Acceso y Movimiento, en el marco de la “retirada” israelí de la franja de Gaza.

En coordinación con la ANP, Egipto permitió el pasaje de personas, mercancías y asistencia humanitaria bajo supervisión de la Unión Europea (UE) y de fuerzas de seguridad de Israel. Cuando Hamás se arrogó el control de Gaza en junio de 2007, tras su triunfo en las elecciones legislativas de enero del año anterior, El Cairo cerró su frontera.

Desde entonces, el gobierno egipcio se niega a permitir el pasaje de todo cargamento o ayuda humanitaria no médica por el cruce de Rafah, lo que deja a los suministros en un limbo político y a la población palestina sufriendo las consecuencias de la guerra devastadora y el continuo asedio económico.

Organizaciones humanitarias comenzaron a denunciar que además de Israel, Egipto, Estados Unidos y la UE podrían estar violando el derecho internacional al no adherir al Acuerdo sobre Acceso y Movimiento de 2005 y, por lo tanto, atentar contra los derechos humanos de los 1,5 millones de residentes de Gaza, en especial tras el último ataque israelí de tres semanas.

Fuente: CSCA

Canciller nuclear



LONDRES. En los últimos años ningún canciller de alguna de las 9 potencias nucleares se ha atrevido a amenazar con lanzar bombas atómicas contra civiles. Sin embargo, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Lieberman, sugirió hacer ello contra Gaza. Tal acto no sólo asesinaría a cientos de miles de palestinos sino que contaminaría a su propia nación y al resto de la región, haría que Israel se aísle internacionalmente y que sea el foco de grandes represalias.

Lieberman asumiría tal despacho justo cuando su país celebra el 30 aniversario de la paz firmada con su principal vecino (Egipto). Sin embargo, El Cairo está preocupado por ello pues Lieberman recientemente pidió mandar al diablo a su presidente Mubarak y antes llamó a destruir al eje de su economía (la represa de Asuán).

Lieberman está dispuesto a atacar a Irán a quien tilda de terrorista, aunque él militó en el Kach, el único grupo sionista tipificado de terrorista por EE.UU.

A pesar de que muchos judíos sostienen que Lieberman es el Le Pen hebreo, las potencias deben aceptarlo pues sin él Netanyahu no podría conformar su gobierno. Desde el poder Lieberman buscará que Israel se expanda pero al mismo tiempo se desembarque a muchos ciudadanos en territorios palestinos.

Isaac Bigio - Olganza

Los matones de Abbas trabajando para Sión

Hamas: Fuerzas de seguridad de Fatah detienen a 10 simpatizantes de Hamas en Tulkarem

20 de abril de 2009 23:23
por Saed Bannoura - IMEMC y Agencias

El movimiento Hamas en Cisjordania dijo el lunes que fuerzas de seguridad palestinas leales al movimiento Fatah, han detenido en los últimos días a diez simpatizantes de Hamas en la ciudad cisjordana de Tulkarem, entre ellos ocho que estuvieron anteriormente encarcelados por Israel.

El movimiento añadió que las fuerzas de seguridad continuaron con su campaña durante tres días en la zona de Tulkarem, y allanaron varias casas y tiendas.

Los detenidos fueron identificados como Amjad Awad, de Tulkarem, Kamal Masharfa, del campo de refugiados de Nur Shams, Ahmad Abu Asem, de Tulkarem, Mohammad Yousef Khader, de la ciudad de Bal'a al este de Tulkarem, Aseed Naji Sabha, que estuvo anteriormente encarcelado por Israel durante doce años, Fawzi Saqallah y Yousef Fouda del campo de refugiados de Nur Shams.

Todos fueron detenidos entre el pasado viernes y el domingo.

Además, las fuerzas de seguridad palestinas irrumpieron en el campo de refugiados de Tulkarem el sábado al mediodía, y arrestaron a tres residentes que estuvieron anteriormente encarcelados en Israel.

Los tres fueron identificados como Ahmad Abed Rabbo, el hermano de Tareq, un miliciano de las brigadas Qassam que fue muerto por las tropas israelíes, Raed Qozah, y Bakr Al Hosary.

Los tres tenían banderas de Hamas ondeando en sus hogares, y las fuerzas de seguridad los allanaron y retiraron las banderas.

Los tres prisioneros fueron puestos en libertad el sábado por la noche.

Hamas también dijo que las fuerzas de seguridad atacaron varios barrios de Tulkarem, irrumpiendo en docenas de hogares en busca de sus miembros y simpatizantes.

El movimiento condenó los ataques y dijo que las fuerzas de seguridad afiliadas a Fatah habían intensificado sus ataques mientras las facciones palestinas están tratando de alcanzar un acuerdo de unidad.

Las tropas israelíes ordenan a familias palestinas que abandonen sus casas, cerca de Nablus

Martes 21 de abril de 2009 17:11
por Ghassan Bannoura - IMEMC y Agencias

El ejército israelí ordenó el martes a ocho familias de la aldea de Akraba, cerca del norte de Nablus en Cisjordania, que abandonaran sus hogares.

El ejército les dio a las familias 48 horas para abandonar sus casas. Ghassan Dughlass, del Ayuntamiento de Nablus, informó que el ejército dice que las casas están demasiado cerca del asentamiento colonial de Mokhier.

Mokhier es un asentamiento ilegal israelí construido en tierra robada de la aldea de Akraba. Los aldeanos dicen que los colonos los atacan con frecuencia y que, a menudo, el ejército les ayuda.

De deambular 40 años por el desierto y otras milongas parecidas, nada de nada

Nunca los arqueólogos de Israel han hallado el más mínimo vestigio que confirme el relato bíblico de la huida de Egipto, a pesar de todos los esfuerzos para "hacer cuadrar" la realidad con los mitos de su Torá. Esto confirma que nunca se produjo dicha huida, porque cuarenta años son demasiados años como para que un grupo numeroso no dejara rastro alguno.

Pero tras este descubrimiento en el Sinaí de templos-fortaleza, 15 torres de vigilancia de veinte metros de altura (¡nada menos!), y otras edificaciones militares, es impensable que esclavos de Egipto escapados pudieran estar vagando por la zona, y menos durante tanto tiempo.

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Al noreste de Egipto
Hallan en el Sinaí cuatro templos faraónicos

Imagen de un relieve de uno de los templos descubiertos. Foto: Efe










Efe El Cairo
Actualizado martes 21/04/2009 14:24 horas

Los arqueólogos egipcios han descubierto cuatro templos faraónicos amurallados, que datan del Imperio Nuevo (1539-1075 a. C.) y del Primer Periodo Intermedio (2125-1975 a. C.), en la península del Sinaí, en el noreste de Egipto.

El ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosni, ha anunciado en un comunicado que los templos fueron hallados en las zonas de Qantara Sharq, a cuatro kilómetros al este del canal de Suez, y Zaro, que fue en la antigüedad un punto de partida del Ejército para proteger la frontera este del país.

Uno de los templos encontrados es el mayor hallado en el Sinaí hasta el momento, fue construido con piedra caliza y mide 80 metros por 70. El templo, que contiene cuatro salas con 34 basas de columnas, tiene inscripciones de distintos faraones como Tutmosis II y Ramsés II, lo que demuestra la importancia del lugar durante las dinastías XVIII y XIV del Imperio Nuevo.

Además, los dibujos en las paredes del templo, considerado un centro religioso importante en la entrada este de Egipto, todavía mantienen sus colores vivos, agregó el comunicado.
El templo está rodeado, asimismo, de 26 almacenes, que datan de la época de los reyes Seti I, Ramsés II y Seti II (1315-1215 a.C), y que están localizados en una antigua carretera militar, que se llamaba Horus y que unía Egipto con Palestina.

El jefe de la misión arqueológica que halló los templos, Mohamed Abdel Maqsud, aseguró que estos almacenes abren la puerta para revelar nuevos secretos de la historia del Sinaí, ya que contienen decenas de inscripciones y sellos reales que muestran la riqueza de la construcción egipcia en la antigüedad.

Por su importancia, los muros que llevan estas inscripciones serán trasladados a los museos egipcios, añadió Maqsud.

Alrededor del templo aparecieron, además, quince torres de vigilancia, de veinte metros de altura, que, según el experto en arqueología, son otra muestra de la experiencia militar de los faraones.

Fuente: El Mundo

El mundo árabe y el arsenal nuclear de Israel

Khalid Amayreh

20-04-2009

La vociferante campaña israelí contra el programa nuclear iraní es, sin lugar a dudas, un ejemplo clásico de la obscena hipocresía de Israel al respecto. Después de todo, Israel fue quien introdujo las armas nucleares en Oriente Medio hace más de cuatro décadas, con el conocimiento y aquiescencia de las potencias occidentales.

Por primera vez en 1968 la CIA llegó a la conclusion de que Israel había empezado a producir armas nucleares, pero pocos detalles salieron a la luz hasta 1986 cuando Mordechai Vanunu, un ex-técnico de las instalaciones nucleares de Dimona, dio al Sunday Times unas detalladas descripciones que llevaron a analistas de defensa a calificar al Estado judío de sexta potencia nuclear.

Hoy se cree de forma generalizada que Israel posee entre 250 y 300 armas nucleares, junto con sus sistemas de lanzamiento que incluyen los misiles de Yariho (Jericó) y los aviones de guerra de largo alcance F-15 y F-16.

No hay ni que decirlo, estos misiles nucleares no apuntan a Berlín o Varsovia, sino a capitales árabes como El Cairo, Damasco y Teherán.

Israel ha negado sistemáticamente poseer armas nucleares y durante mucho tiempo ha repetido hasta la náusea el vago abracadabra de que "Israel no será el primer Estado en introducir armas nucleares en la región".

Sin embargo, en los últimos años altos cargos israelíes han empezado a admitir, aunque sea tácitamente, que Israel es en realidad un sólido Estado nuclear.

El 12 de diciembre de 2006 el primer ministro israelí Ehud Olmert dijo al canal alemán Sat.1 que "Irán amenaza abierta, explícita y públicamente con borrar Israel del mapa. ¿Puede afirmar que cuando aspiran a tener armas nucleares se trata del mismo nivel que Estados Unidos, Francia, Israel y Rusia?".

Los estrategas israelíes afirman que el Estado judío necesita el elemento disuasorio de las armas nucleares como un "escenario catastrófico" o "un arma de último recurso" para impedir la posible destrucción del "Tercer Templo".

Sin embargo, esta afirmación parece ser tan mentirosa e hipócrita como la mentira de Estado de que Israel no será el primer Estado en introducir armas nucleares en la región. De ahí se puede argumentar firmemente que el objetivo del arsenal nuclear de Israel no es meramente la "auto-protección" o la "auto-preservación" sino un engrandecimiento estratégico y expandir su supremacía militar por todo Oriente Medio, desde Irán a Marruecos. Cuando esto se traduce a un lenguaje político sencillo se llega a la inevitable conclusión de que el objetivo último de Israel es esclavizar a millones de musulmanes y cristianos, desde Teherán hasta Mauritania y desde Estambul hasta Jartum.

Esto no es una valoración paranoica de la doctrina y las intenciones israelíes, sino que es una lectura correcta y realista del pensamiento colectivo de Israel.

Del Nilo al Éufrates

Según el difunto Yisrael Shahak, autor de Historia judía, religión judía: el peso de tres mil años, algunas autoridades rabínicas ven las fronteras de Israel de la siguiente manera: al sur, todo el Sinaí y partes del norte de Egipto hasta los alrededores de El Cairo; al este, toda Jordania y una gran parte de Arabia Saudí, todo Kuwait y parte de Iraq al sur del Éufrates; en el norte, todo Líbano, toda Siria y ¡¡gran parte de Turquía!! (hasta el lago Van) y al oeste, Chipre.

Según Shahak, este no es, como se podría pensar, un punto de vista anecdótico entre una excéntrica clase rabina, al contrario, en Israel se ha publicado, a menudo con subsidios estatales y otras formas de apoyo, un enorme cuerpo de investigación y discusión erudita basados en estas fronteras, plasmado en atlas, libros, artículos y formas de propaganda más populares. Shahak añade que hay influyentes figuras religiosas en Israel que creen que tarde o temprano Israel tendrá que conquistar estos países basándose en que hacerlo es un acto mandado por la divinidad.

Ésta es la razón por la que los musulmanes deberían estar vigilantes y en constante alerta en relación a las verdaderas intenciones de Israel. Los Estados musulmanes deberían también prestar más atención a lo que hace Israel y menos a lo que dice Israel.

En 1979 Israel atacó y destruyó una planta nuclear iraquí en Bagdad y en 1986 Israel bombardeó el cuartel general de la OLP en Túnez. Una década después agentes del Mossad asesinaron a Khalil al Wazir (Abu Jihad), el número dos de Fatah, en su casa, también en Túnez.

También se cree que Israel está llevando a cabo varias operaciones encubiertas en varios países árabes e islámicos, más recientemente en Sudán. Además, se cree que agentes israelíes son responsables de la misteriosa desaparición de muchos científicos árabes y más recientemente iraníes en un denodado esfuerzo por frustrar el desarrollo de cualquier base tecnológica sólida en cualquier país musulmán que pueda plantear una amenaza para la hegemonía y supremacía regional de Israel.

En los últimos años altos cargos israelíes han amenazado con exterminar a todos los países musulmanes y árabes de la región. El actual ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, sugirió que Israel debería arrojar una bomba nuclear sobre Gaza durante el reciente ataque genocida contra el bloqueado territorio costero. Este mismo Lieberman ha declarado que Israel debería bombardear la presa de Asuán egipcia y hacer volver a Teherán a la Edad Media.

Matan Vilnaai, otro dirigente militar israelí, amenazó con infligir un holocausto a Gaza, una amenaza parcialmente cumplida cuando Israel arrojó muerte sobre Gaza por tierra, mar y aire, y utilizó armas espantosas como el fósforo blanco que incineró a cientos de niños palestinos.

Estas amenazas nunca se deberían tomar a la ligera, especialmente sus víctimas potenciales, es decir, los árabes, iraníes y turcos, y probablemente también otros pueblos. Éste es un asunto enormemente grave que debe ser tratado con la extrema seriedad que merece. Y, en todo caso, no deberíamos arriesgarnos cuando lo que está en juego es nuestra propia supervivencia, nuestra propia existencia. Eso es lo que hacen todos los países serios, así que, ¿por qué nosotros no?

Reitero que debemos prestar atención a lo que hace Israel, no a lo que dice. Y lo que hace y ha estado haciendo Israel demuestra que este Estado con mentalidad criminal supone un amenaza existencial real para cada país árabe y musulmán en Oriente Medio y más allá.

En 2006 Israel hizo llover muerte sobre Líbano al arrojar de 2 a 3 millones de bombas de racimo que mataron y mutilaron (y seguirán matando y mutilando) a civiles, pastores, agricultores y campesinos libaneses, y a familias que comían al aire libre cerca de sus casas. Y en Gaza recientemente Israel hizo llover muerte sobre una población esencialmente prisionera que, contrariamente a los deseos de Israel, olvidó morirse discretamente y tuvo que ser incinerada y exterminada con fósforo blanco arrojado desde las alturas. Esta obscena carnicería fue observada en todo el mundo, y ningún país árabe o musulmán se movió, o siquiera consideró el moverse, para rescatar a los palestinos indefensos que estaban pagando el precio de la debilidad musulmana.

Esto reclama una última pregunta y es ¿cómo deben relacionarse los musulmanes con esta locura, con esta arrogancia de poder, con esta amenaza existencial por parte de un Estado satánico que cree tener derecho a infligir muerte y destrucción a otros pueblos y a otros países? ¿Vamos a seguir simplemente con la antigua práctica ignominiosa de entregar a nuestros hijos como ofrendas para el sacrificio en el altar judío de insolencia? ¿Vamos a seguir colocando a nuestras mujeres y a nuestros niños muertos en filas con la esperanza de ganarnos la simpatía de un mundo que sólo respeta el poder militar? ¿Vamos a seguir esperando que haya un cambio en el corazón o en el poder de quien llega a la Casa Blanca?

Con toda rotundidad, el arsenal nuclear de Israel no es una amenaza pasajera. No desaparecerá, no será neutralizado haciendo alarde de "más moderación" por parte de las "capitales de la sabiduría" en el mundo árabe (capitales de la impotencia sería una descripción más veraz).

Todos sabemos que Israel y los dirigentes sionistas de todo el mundo interpretan la moderación y la mentalidad a favor de la paz por parte de los dirigentes árabes como una expresión de miedo, de cobardía y de debilidad. No hay más que leer la prensa hebrea para ver cómo ve Israel la moderación y buena voluntad árabes.

De hecho, la amenaza nuclear de Israel se va a hacer más real y más tangible en los próximos años cuando fuerzas judías manifiestamente fascistas tomen el control de los arsenales nucleares de Israel. No es cuestión de "si" ocurre, sino de "cuándo" ocurrirá. Imaginen simplemente cómo será Oriente Medio y el resto del mundo cuando personas del estilo de Lieberman o los gurús del Yichud ha’leiumi o ha’Bayt ha’Yehudi obtengan el control de las entre 250 y 300 armas nucleares.

A nosotros, los musulmanes, no nos faltan recursos para ser poderosos y para disuadir a nuestros enemigos. Lo que nos falta es la voluntad de ser libres, de estar unidos, de ser soberanos y verdaderamente independientes. Por consiguiente, ¿a qué esperamos? ¿A que Israel ataque La Meca y Medina, una posibilidad que, dada la nefanda naturaleza de la entidad sionista, nunca se debería descartar?

Es más, ¿quién debería disuadir a Israel para que no se embarque en lo inconcebible, para qué hablar de rechazarlo? ¿Egipto? ¿Arabia Saudí? ¿O quizá los hedonistas, analfabetos e ignorantes jeques, emires y reyes que creen que erigir altos edificios es la última muestra de progreso y de civilización?

La respuesta está clara. Y, por desgracia, sólo un país en la región, aparte del agresor Israel, es serio en relación a proteger a su pueblo de un ataque exterior de proporciones genocidas. Este país debería ser alabado y elogiado por su digna determinación de ser libre y no castigado por impotentes Estados árabes que siguen cediendo su soberanía a Estados Unidos.

-Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos