domingo, 29 de marzo de 2009

¡Qué vergüenza!

[29/03/2009 - 10:43 AM]

Comentario por Khalid Amayreh desde la Jerusalén Este ocupada - PIC

¿Qué va a suceder después de esto? ¿Van a engañar a los niños palestinos para que toquen para los pilotos israelíes que exterminaron a los niños de Gaza con fósforo blanco?

Es muy difícil escribir sobre este tema sin enojarse. Todos sabemos el grado hasta el que Israel puede ser maligno y satánico. Después de todo, nosotros los palestinos hemos sido objeto del salvajismo israelí durante décadas.

De hecho, ser profundamente atormentados y asesinados por los hijos, nietos y bisnietos del holocausto ha sido siempre, y sigue siendo, "la" forma de vida de los palestinos.

Sin embargo, que algunos palestinos permitan que se les engañe para cantar y tocar música a sus opresores y asesinos de niños va más allá del colmo de la dignidad humana.

Es por lo menos tan insultante y humillante como lo que algunos judíos se vieron obligados o engañados a hacer, interpretar música para las SS, la Gestapo y los soldados de la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial. En ambos casos, el acto estaba destinado a humillar a las víctimas y robarles los últimos vestigios de la dignidad humana.

Y ahora, judíos en Israel están haciendo lo mismo a los palestinos, víctimas indirectas del nazismo.

La semana pasada, unos cuantos niños inocentes del campo de refugiados de Jenin fueron llevados subrepticiamente a Tel Aviv para "animar y participar en actividades para promover la paz".

Sin embargo, una vez allí los niños fueron conducidos sin contemplaciones a una recepción donde se les hizo tocar y cantar para "los supervivientes del holocausto", algunos de ellos son antiguos miembros de las bandas terroristas Hagana e Irgun, que habían tomado parte en la limpieza étnica de Palestina y la expulsión de los palestinos de su patria.

Dios sabe cuanta sangre Palestina derramaron estos llamados "supervivientes del Holocausto" en 1948 y años subsiguientes. Ciertamente, Dir Yasin, Tantura, Dawaymeh, y las numerosas otras matanzas no fueron cometidos por OVNIS. Fueron perpetradas a sangre fría por estas mismas personas a las que nuestros hijos están animando ahora.

¡Qué vergüenza para nosotros, mil veces!

A algunos de los niños inocentes les dieron instrucciones para que pronunciaran unas palabras que jamás tendrían que ser pronunciadas por las víctimas del sionismo. Pero los niños, al parecer, sintieron que tenían que decir todo lo que se les pidió que dijeran con el fin de mostrar agradecimiento al judío "contratista de paz" que los sacó del ghetto, también conocido como campo de refugiados de Jenin, aunque fuera para una excursión de seis horas a Tel Aviv.

No estoy en contra de mostrar verdadera solidaridad con las víctimas del holocausto. Sin embargo, una simpatía que se manipula para justificar, racionalizar o incluso extenuar el crimen de lesa humanidad que es Israel es peor que un crimen, aunque sólo sea porque sirve para promover y perpetuar la opresión.

Como seres humanos, nosotros los Palestinos nos solidarizamos con todas las víctimas del nazismo, del estalinismo y del imperialismo, los llorados, los llorados en exceso, y en especial los no llorados, que constituyen la inmensa mayoría de las víctimas.

Dicho esto, creo firmemente, sin embargo, que ninguna persona honesta bajo el sol tiene el más mínimo derecho a exigirnos que paguemos el precio por lo que los nazis hicieron o puedan haber hecho a los judíos hace casi 70 años.

Nosotros no enviamos a los judíos a los hornos. Los hicieron los alemanes. Nosotros no matamos de hambre a los judíos, como nos están haciendo ellos a nosotros al día de hoy en la Franja de Gaza.

Nosotros no incineramos a los judíos en cámaras de gas como acaban de incinerar los judíos a los niños palestinos con fósforo blanco.

Por lo tanto, de entre todas las personas de este mundo, los palestinos son a los que jamás se les debe hacer sentirse culpables por lo que los nazis y otros europeos hicieron a los judíos. Lo digo porque el sentimiento de culpa, incluso mínimo, por nuestra parte, sería interpretado o malinterpretado como una reivindicación del sionismo, el nazismo de nuestro tiempo.

Hay otras razones que hacen que la última insensible manipulación del sufrimiento de los palestinos sea algo especialmente feo y deshonroso.

En primer lugar, casi todos los músicos jóvenes que fueron llevados a Tel Aviv, procedían del campo de refugiados de Jenin. Para aquellos que lo hayan olvidado, este es el mismo campo de refugiados que pulverizaron los tanques israelíes en 2002. Según testigos presenciales, los tanques y bulldozers israelíes destruyeron las casas encima de los civiles inocentes (que había en su interior), incluidos discapacitados físicos, mientras decenas de civiles inocentes fueron masacrados de modo sistemático, a semejanza de como lo fueron los judíos en el ghetto de Varsovia. La masacre del campamento fue tan horrible que Israel se negó a permitir el acceso de funcionarios de la ONU al campo para inspeccionar lo que ocurrió.

Bueno, de nuevo la analogía nazi es ineludible. ¡Imagínense que obligasen a cantar para los soldados de las SS a los niños judíos supervivientes de Treblinka o Bergen Belsen!

En segundo lugar, el lamentable concierto de Tel Aviv viene inmediatamente después del asalto genocida de Israel contra Gaza, donde aviones de combate israelíes rociaron a los niños, mujeres y hombres del enclave costero con fósforo blanco y otros mortíferos misiles y bombas israelíes mientras los judíos israelíes celebraban alegremente la "victoria sobre Hamas" y los rabinos israelíes se preocupaban de catalogar a los gentiles en "hijos de la luz" e "hijos de las tinieblas".

En Gaza, los judíos sionistas expusieron sus lacras ante todos los pueblos del mundo al actuar como primitivos bárbaros y asesinos salvajes.

De ahí, la vergüenza total del envío de niños palestinos a Tel Aviv para ayudar en los esfuerzos de la hasbara (propaganda) de Israel para el lavado de imagen tras la pornográfica barbarie de Israel en Gaza.

Por último, es evidente que la Autoridad Palestina tiene gran parte de culpa en este lamentable caso. La AP nunca debiera permitir los denominados "intercambios culturales" y "normalización cultural" con los asesinos de nuestros niños, el mismo estado cuyos líderes y comandantes militares nos consideran como "escoria, gusanos y animales" que deberían ser exterminados.

Lamentablemente, la propia AP alienta a algunos palestinos desmoralizados a entregarse a Israel, incluso con los modales más baratos.

Las a menudo cordiales reuniones e intercambios de besos entre Mahmoud Abbas y Ehud Olmert, el carnicero de Gaza, dejan una única impresión, no sólo a los niños del campamento de refugiados de Jenin, sino también a los televidentes de todo el mundo.

¡¡¡Como si la artillería y los aviones de guerra israelíes hubieran estado bombardeando Gaza con dulces, no con fósforo blanco!!!














Este es probablemente el principal mensaje que los organizadores de la excursión Jenin-Tel Aviv querían comunicar a estos miserables niños que, obviamente, están teniendo dificultad para reconocer a los asesinos de sus padres.

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