[10/01/2010 - 11:23 PM] - PIC
Editorial
Los medios estatales de Egipto están descaradamente cayendo en mentiras salvajes sobre los esfuerzos de Hamas para romper el cruel bloqueo que está siendo impuesto sobre más de 1,6 millones de palestinos que buscan libertad y alimentos.
La propaganda mayormente estúpida nos quiere hacer creer que Hamas está amenazando a Egipto, provocando que persista el bloqueo de Gaza, trabajando con Irán para desestabilizar la seguridad de Egipto, y así sucesivamente.
Bueno, esta es la forma clásica de comportarse de los regímenes tiránicos cuando se enfrentan a la bancarrota en términos de relaciones con sus masas. La gente, simplemente deja de creer las mentiras de los regímenes, como es el caso ahora en todo el mundo árabe.
De hecho, sin embargo, la razón principal tras los ataques contra Hamas de los medios de comunicación egipcios es porque el movimiento islámico palestino se niega obstinadamente a rendirse a Israel y los EEUU, como ha hecho Egipto hace más de tres décadas, cuando el liderazgo egipcio aceptó un acuerdo prohibiendo el acceso de las fuerzas armadas egipcias a la mayor parte de la península del Sinaí.
Otra razón tiene que ver con que Hamas haya expuesto la nuda colaboración y colusión de Egipto con la cancerosa entidad sionista en contra de las fuerzas de la resistencia y la libertad en el mundo árabe.
Es verdaderamente lamentable que los medios de comunicación estatales del país árabe más grande se hayan rebajado a este nivel de incivilidad, indecencia y mendacidad.
¿Podría realmente el pueblo muerto de hambre de Gaza, que languidece bajo un asedio criminal sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, constituir una amenaza para Egipto?
Esta es una pregunta que la gente honesta se niega incluso a considerar, dada su descarada estupidez y vacuidad manifiesta. Cuando una mentira es demasiado grande, la gente seria se burla de ella, probablemente con una sonrisa.
Con esto en mente, parece que el régimen autocrático de Egipto está percibiendo una amenaza diferente que viene del pequeño enclave costero llamado Gaza. Está aterrorizado por la perspectiva de que sus 80 millones de personas contraigan la enfermedad de la libertad procedente de la frontera. Esa es la verdadera razón que subyace tras esta explosión de propaganda rabiosa en contra de Hamas, un movimiento de libertad que ha dado a la palabra dignidad un nuevo significado.
Como todos sabemos, el régimen egipcio se adora a sí mismo y tiene la intención de permanecer en el poder hasta su fin natural, es decir, hasta su fin biológico. Este es el objetivo final y la estrategia del régimen. Y por ello todo el país y sus medios, recursos y posibilidades se están utilizando para sostener al régimen durante el mayor tiempo posible.
Algunos dicen que Egipto nunca había tenido un régimen tan despótico y tan moralmente en quiebra desde la época de los faraones.
Por supuesto, los medios de comunicación egipcios no son más que portavoces de Mubarak, el tirano títere americano-israelí que ha transformado a Egipto de un país decente y civilizado en un feudo sólo para él y su familia. Son los perros de Mubarak que ladran, sin libertad ni independencia para pensar por cuenta propia.
Y en caso de que estos boquillas intentaran mostrar un mínimo de libertad de pensamiento y racionalidad, serán inmediatamente despedidos de sus empleos o acosados por los perros feroces de al-Amn al markazi (seguridad interna), cuya tarea principal es la de sofocar y reprimir al pueblo de Egipto y mantener el régimen en el poder.
Realmente no quiero dignificar los bulos de la maquinaria de propaganda de Mubarak contra Hamas comentándolos o refutándolos.
Son como lo que el Corán dice en Surat al Araf (Alturas), verso 175 "Es parecido a un perro: si lo atacas, saca la lengua, o si lo dejas en paz, (también ) saca la lengua."
Una breve mirada a la situación del Egipto de hoy muestra un país en ruinas que se asemeja a un estado policial desafortunado donde incluso el Estado es incapaz de proporcionar suficientes alimentos, especialmente pan, a sus ciudadanos. Es un estado en el que todos los sectores se están derrumbando, incluidas la industria y la agricultura, todo debido a que Egipto no está en realidad en los planes del régimen, cuya estrategia principal, si no la única, es la de permanecer en el poder.
Todos recordamos que este régimen ha estado colaborando con Israel contra el pueblo de Gaza. En efecto, ¿no declaró la guerra contra Gaza la ex canciller israelí, Tzipi Livni, en diciembre de 2008, durante una conferencia de prensa con su homólogo egipcio Abu al Gheit?
Además, ¿no ha estado Egipto tratando de perfeccionar y completar el asedio israelí de Gaza, impidiendo que la población de Gaza tuviera acceso a alimentos y otros productos vitales de consumo en el lado egipcio de la frontera?
Esta política de traición, que se está manifestando ahora con su brutal fealdad una vez más con la construcción de este ignominioso muro de acero, con ayuda estadounidense y francesa y, presumiblemente, tras bambalinas la supervisión de Israel, constituye una blasfemia nacional, como mínimo.
Y ahora el infame régimen está dando instrucciones a sus medios de comunicación cotorras, e incluso a sus jeques hipócritas, para que difamen a Hamas, como si Hamas fuera responsable de todos los males de Egipto y de los pecados del quebrado régimen de Mubarak.
Bueno, ¿Y por qué? ¿Por defender el honor árabe y musulmán y negarse a rendirse a los asesinos judíos y terroristas? ¿Por plantarle cara al ejército israelí mientras un pais árabe musulmán vecino con 80 millones de habitantes y un fuerte ejército mira como tiene lugar la masacre como si estuviera sucediendo en otro planeta?
¿O tal vez por tener el coraje de ganar las elecciones en la Palestina ocupada en 2006, que el régimen egipcio consideró que constituían un peligro inminente que podría despertar a las dormidas masas egipcias y hacer que se alzasen contra el régimen tiránico que atormenta y empobrece a Egipto en nombre de Israel y con el fin de servir a los intereses de los Estados Unidos?
No sé cuál es el precio final que los pueblos egipcio y palestino tienen que pagar para que Mubarak y sus seguidores sigan en el poder.
La ecuación obscenamente fea es muy simple. A fin de que Mubarak y su hijo Jamal permanezcan en el poder, tienen que tener un certificado de buena conducta permanente de Israel y EEUU. Pero Mubarak no puede obtener dicho certificado, preñado de desgracia y perfidia, sin la pacificación y la represión de las masas egipcias y sin asesinar y matar de hambre a los palestinos a través de las fronteras.
Y como el gobierno de Mubarak carece de las credenciales nacionales de un digno líder árabe o musulmán, no ve nada malo en someterse indignamente a las condiciones israelo-estadounidenses para la obtención del certificado de "buena" conducta.
De ahí, la rendición descarada y la oprobiosa capitulación a Israel.
Es realmente muy difícil conceder a las ponzoñosas mentiras que están siendo diseminadas por los medios de comunicación del régimen egipcio en relación con Hamas, el más mínimo peso, respeto o credibilidad.
El régimen egipcio ha acusado a los líderes de Hamas, entre otras cosas, ¡de vivir en torres de marfil! Sí, de vivir en torres de marfil, mientras las víctimas palestinas de la criminalidad israelí están viviendo en tiendas de campaña.
Bueno, pero ¿quien ha estado en connivencia con Israel contra los habitantes de Gaza en primer lugar? ¿Quién conspiró con Israel para clausurar Gaza desde el oeste, mientras Israel hacía lo mismo desde el este? Que el régimen egipcio se mire en el espejo para ver su fealdad.
Además, los líderes de Hamas siempre han estado viviendo la vida de un mártir en suspensión, con un pie fuera de la tumba y el otro dentro de ella.
Muchos de ellos han sido martirizados, mientras que otros han visto a sus seres queridos, a sus hijos, caer en el campo de batalla contra los terroristas y asesinos judíos. La lista de estos héroes es muy larga, de hecho.
Esto es ciertamente a diferencia del hijo de Mubarak, que ha estado robando la riqueza de Egipto, aprovechándose de la dictadura corrupta de su padre.
En verdad, el régimen egipcio, o cualquier otro régimen árabe tiránico, no está en posición moral para atacar o echar discursos a Hamas, un movimiento que a diferencia de estos regímenes se ha ganado su supervivencia al negarse a ceder, incluso ante inminente peligro de muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario