Nunca los arqueólogos de Israel han hallado el más mínimo vestigio que confirme el relato bíblico de la huida de Egipto, a pesar de todos los esfuerzos para "hacer cuadrar" la realidad con los mitos de su Torá. Esto confirma que nunca se produjo dicha huida, porque cuarenta años son demasiados años como para que un grupo numeroso no dejara rastro alguno.
Pero tras este descubrimiento en el Sinaí de templos-fortaleza, 15 torres de vigilancia de veinte metros de altura (¡nada menos!), y otras edificaciones militares, es impensable que esclavos de Egipto escapados pudieran estar vagando por la zona, y menos durante tanto tiempo.
Al noreste de Egipto
Hallan en el Sinaí cuatro templos faraónicos
Imagen de un relieve de uno de los templos descubiertos. Foto: Efe
Efe El Cairo
Actualizado martes 21/04/2009 14:24 horas
Los arqueólogos egipcios han descubierto cuatro templos faraónicos amurallados, que datan del Imperio Nuevo (1539-1075 a. C.) y del Primer Periodo Intermedio (2125-1975 a. C.), en la península del Sinaí, en el noreste de Egipto.
El ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosni, ha anunciado en un comunicado que los templos fueron hallados en las zonas de Qantara Sharq, a cuatro kilómetros al este del canal de Suez, y Zaro, que fue en la antigüedad un punto de partida del Ejército para proteger la frontera este del país.
Uno de los templos encontrados es el mayor hallado en el Sinaí hasta el momento, fue construido con piedra caliza y mide 80 metros por 70. El templo, que contiene cuatro salas con 34 basas de columnas, tiene inscripciones de distintos faraones como Tutmosis II y Ramsés II, lo que demuestra la importancia del lugar durante las dinastías XVIII y XIV del Imperio Nuevo.
Además, los dibujos en las paredes del templo, considerado un centro religioso importante en la entrada este de Egipto, todavía mantienen sus colores vivos, agregó el comunicado.
El templo está rodeado, asimismo, de 26 almacenes, que datan de la época de los reyes Seti I, Ramsés II y Seti II (1315-1215 a.C), y que están localizados en una antigua carretera militar, que se llamaba Horus y que unía Egipto con Palestina.
El jefe de la misión arqueológica que halló los templos, Mohamed Abdel Maqsud, aseguró que estos almacenes abren la puerta para revelar nuevos secretos de la historia del Sinaí, ya que contienen decenas de inscripciones y sellos reales que muestran la riqueza de la construcción egipcia en la antigüedad.
Por su importancia, los muros que llevan estas inscripciones serán trasladados a los museos egipcios, añadió Maqsud.
Alrededor del templo aparecieron, además, quince torres de vigilancia, de veinte metros de altura, que, según el experto en arqueología, son otra muestra de la experiencia militar de los faraones.
Fuente: El Mundo
3 comentarios:
Efectivamente, y no solo el exodo es puesto en duda por historiadores y arqueologos, por ejemplo tb la expulsión de los judios de todo Israel por parte de Adriano y su dispersión lo cual daria al traste con el tan cacareado derecho historico de los actuales judios a retornar a lo que fuera la antigua Judea.
Tienes mas información en el siguiente blog:
http://napiajudia.blogspot.com/
Gracias Ajab.
He leido reseñas del libro del historiador Schlomo Sand, así como diversos artículos y varias entrevistas y me parece muy interesante todo lo que dice. Sostiene que el pueblo judio no existe ni nunca existió. Bueno, para mi esto es de cajón - investigaciones históricas aparte. Se le podrá llamar congregación judía, feligresía judía, correligionarios judíos, o incluso convento judío si se quiere, pero a una multitud cuyo único vínculo es su credo religioso lo que no se le puede llamar es pueblo, ni nación. No cuadra con la definición de esos términos en el diccionario, por tanto es jugar con el idioma... tras aplicar una receta Goebbelsiana: "repite una mentira suficientes veces y se convertirá en verdad aceptada". Porque el caso es que bastante gente les llama "pueblo judío".
Sand dice que los judíos que entraron en España, eran en realidad bereberes conversos, pues en aquellos tiempos los seguidores del judaismo eran ávidos proselitistas. Así que me parece fascinante que fueran bereberes conversos los que vinieron al rebufo de Tarik. Claro que tras generaciones de lavado de cerebro, muchos judíos no serán capaces de dejar caer los cuentos con que los amamantaron, ni tampoco su tic victimista de "nos expulsásteis de Sefarad (España)"... que sacan a la más mínima. Curiosamente ningún árabe lo hace, por más que añoren la gloria de Al-Andalus. No lo hacen porque no tienen ese tic victimista.
Y lo curioso es que nos lo echan en cara a nosotros, los españoles, pero no a los ingleses, franceses y un largo etcétera que los había expulsado antes.
Quinientos años después no vienen a cuento las recriminaciones, máxime cuando hemos expulsado también a los jesuitas, e incluso a nuestros reyes (a los Borbones van ya tres veces), y ambos hace tiempo que han regresado y tan contentos.
Un saludo
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