(...) Tanto Estados Unidos como Israel calificaron de anti-semita todo esfuerzo por expresar solidaridad con los palestinos como víctimas del racismo y del colonialismo.
(...) La clase dirigente estadounidense y sus medios de comunicación entendieron la enorme amenaza para su poder, imagen y dominio a escala global que intrínsecamente representaba esta reunión unitaria.
(...) En los ocho años transcurridos desde la Conferencia de Durban ha habido una implacable campaña para calumniar, desacreditar y distorsionar la Conferencia Mundial contra el Racismo, para vaciar de contenido toda provisión que requiriera una acción concreta, para echar abajo el documento colectivo aprobado con tanto entusiasmo y, especialmente, para limitar la participación de aquellos que podían asistir a la Conferencia de seguimiento. Todo esto se ha hecho entre bambalinas, basándose en una intensa presión de Estados Unidos en connivencia con aquellas potencias europeas que durante siglos se han beneficiado del racismo y del colonialismo.
Casi cada página del Programa de Acción aprobado por una mayoría abrumadora en Durban es una amenaza y un reto para la política estadounidense y de sus instituciones. El Programa de Acción no es un documento revolucionario, pero Estados Unidos viola casi cada provisión y encontraría totalmente inaceptables los remedios propuestos contra el racismo, desde el alivio de la deuda hasta la transferencia de tecnología, los derechos de los emigrantes y el poner fin al tráfico humano.
La exigencia de Durban de respeto y de un mayor papel de las organizaciones internacionales en la protección de los derechos laborales y de la mujer, especialmente de las más oprimidas, es una amenaza para el proceso mismo de la globalización corporativa.
(...) El único derecho que las instituciones estadounidenses promueven, en nombre de la libertad, es el derecho de las corporaciones privadas a saquear libremente el planeta.
What are terrorists in Syria trying to achieve?
Hace 2 semanas
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