miércoles, 14 de enero de 2009

Gaza: Un peón en el nuevo "gran juego"


Por Alastair Crooke
14 ene 2009

BEIRUT - Mientras los europeos ven como se desarrolla la catástrofe humanitaria en Gaza en los informativos de la noche, muchos se preguntarán por qué esta crisis parece haber dejado a sus gobiernos a tientas en semejante aparente torpe desorden. La respuesta está en que es el resultado de políticas que tiran en direcciones opuestas - de una grave incompatibilidad en el centro de sus políticas.

Lo que ha ocurrido en Gaza era demasiado previsible. Algunos israelíes previnieron sobre esta inminente crisis, pero el recurso de la "gran narrativa" - de una lucha global entre "moderados" y "extremistas" - dejó de lado sus advertencias al electorado israelí.

La tesis de que, literalmente, se debe hacer "todo" ya sea para apalancar a los "moderados" en el poder, o para impedir que pierdan el poder - eufemísticamente llamado "apoyo a la moderación" - se encuentra en la raíz de la crisis de Gaza.

Es una narrativa que ha servido a los intereses más amplios de Israel para obtener legitimidad en la campaña israelí contra Irán, y para dicotomizar la región entre "moderados" occidentalizados e islamistas "extremistas".

El proselitismo que Tony Blair, ex primer ministro británico y actual enviado a Oriente Medio del grupo del Cuarteto de Naciones Unidas, ha estado haciendo en todo el mundo sobre este tema ha sido un gran activo para un Israel que aspira a convertirse en el miembro líder de un bloque "moderado", en vez de una isla aislada en un Oriente Medio cada vez más islamista. Sin embargo, los intentos de Blair y otros miembros del Cuarteto para ajustarse a este modelo de mecánica simplista referida a un Oriente Medio más complejo, que se enfrenta a múltiples luchas, han reducido la crisis Palestina a no ser más que un peón en un "juego" mayor de la lucha global existencial contra el "extremismo".

Sin embargo, esos modelos, una vez son generalmente aceptados, fuerzan a una interpretación determinista que puede cegar a sus proponentes respecto de los resultados reales de tan estricta y rígida conceptualización: un humillado Hamas sería visto como un golpe a Hezbolá, que a su vez representaría un duro golpe para Siria, que debilitaría a Irán - todo lo cual refuerza a los "moderados" y hace a Israel más seguro.

Que este modo de pensar logre algo que se acerque a tal resultado sigue siendo altamente improbable; pero su precio - Hamas claramente etiquetado y ahora atacado como parte de estas fuerzas globales del "extremismo" - ha sido la exclusión de la posibilidad de cualquier solución al conflicto israelí-palestino.

La aquiescencia Europea a esta visión Blairita de reducir y humillar a Hamas ha contribuido directamente al derramamiento de sangre visto hoy en las calles de Gaza. Los líderes europeos son cómplices en la creación de las circunstancias que condujeron a la actual catástrofe.

En un nivel, los europeos pueden decir que han estado trabajando diligentemente para buscar una solución israelí-Palestina, pero sus acciones indican lo contrario - que han estado más preocupados por dar un golpe de k.o. al campo del "extremismo" global. La aplicación de tales extremos irreconciliables sólo ha logrado privar de toda legitimidad popular a su protegido el Presidente Palestino Mahmoud Abbas y cerrar la vía de la participación política a Hamas.

Han destruido toda esperanza de lograr un verdadero mandato nacional palestino para cualquier solución política en el futuro previsible. La "ingeniería social" Europea en Gaza sólo ha creado profundas divisiones entre los palestinos y, posiblemente, ha empujado un Estado palestino fuera de alcance.

Los líderes europeos han comprado esta estrategia, esperando extraer bajo cuerda un rápido acuerdo de "paz" con Abbas que podría luego ser "forzado" a los palestinos por medio de una fuerza multinacional "de mantenimiento de paz".

Esto debía lograrse con la colaboración de Egipto y Arabia Saudita, que están cada vez más temerosos del desafío proveniente de su propio electorado y que no eran adversos a ver a Hamas acorralado en Gaza y "castigado" por los israelíes. La primera etapa fue debilitar a Hamas; la segunda fase fue insertar una fuerza armada internacional en Gaza; y la tercera fase fue que las fuerzas especiales de Abbas entrenadas por británicos y estadounidenses volvieran a Gaza y retomaran el control de la Franja. Es una técnica colonial standard.

Cualquier psicólogo, sin embargo, podría haber asesorado a los políticos europeos y estadounidenses respecto a que poner millón y medio de palestinos "a dieta", como lo describió un anterior jefe de estado mayor israelí al primer ministro israelí, y triturar cualesquiera planes o esperanzas que pudieran haber tenido para su futuro, no hace a los seres humanos más dóciles o más moderados. Después de un rato en la olla a presión de Gaza, la ira y la desesperación hierven: En última instancia, a Gaza se le impuso explotar - de una manera o de otra.

Al tiempo que Gaza era exprimida hasta el punto de la desesperación con la esperanza de que sus habitantes se volvieran contra Hamas, Gran Bretaña y EEUU estaban ocupados entrenando a una milicia de "fuerzas especiales" palestinas en torno a Abbas. Estas fuerzas fueron utilizadas para reprimir la actividad política de Hamas en Cisjordania y clausurar todas las organizaciones sociales y de asistencia que no están directamente alineadas con Abbas. Una política de "limpieza política" de Cisjordania, oculta bajo la retórica de "construcción de instituciones de seguridad", que como era previsible, ha topado con una contra-reacción equivalente por parte de Hamas en Gaza - exacerbando las divisiones palestinas.

Este, pues, es el telón de fondo contra el cual Hamas eligió declinar la renovación del alto el fuego. Permanecer pasivo y acorralado, mientras que a los palestinos de Gaza se les privaba de todo y se les quitaba la esperanza en un alto el fuego ampliado, y observar como procedía la política anglo-estadounidense de limpieza política en Cisjordania, simplemente no era viable. La política europea no estaba llevando a una solución política, estaba en curso de auto-destrucción en Gaza y Cisjordania.

Incluso en pos de este desastre humanitario, los mediadores europeos parecen más preocupados por librar la guerra global de "moderados" contra "extremistas" que en lograr una solución. Blair en la televisión israelí sostuvo que la prioridad debe ser garantizar que las armas no puedan seguir llegando a Hamas a través de los túneles de contrabando - o de lo contrario la matanza continúa.

Estaba diciendo esto, sin embargo, exactamente a la misma hora en que los funcionarios israelíes estaban informando a los periodistas de que el ejército había comenzado la planificación, entrenamiento y adquisición de las nuevas armas de EEUU para este asalto - aun cuando los términos del alto el fuego pasado no se habían acordado todavía con Hamas.

El mantenimiento de esta mentalidad moderado/extremista por parte de europeos y estadounidenses sugiere que los europeos aceptarán de nuevo que el alto el fuego se destine a vaciar cualquier futuro político para Hamas. El conflicto parece que va a continuar, pero los contornos de un nuevo alto el fuego están disponibles hoy, si alguien elige seguirlos.

Los cruces fronterizos deben abrirse por completo y la vida de los habitantes de Gaza debe ser devuelta a la normalidad. Sobre esta base, podría acordarse un alto el fuego estable. La unidad Palestina sólo se logrará mediante reformas radicales de las instituciones palestinas, incluida la Organización de Liberación de Palestina, que las conviertan en representantes genuinas del pueblo palestino - y no a través de la limpieza política de Hamas de la arena política.

Repetidos intentos occidentales de aplicar una plantilla que persistentemente ha formado un concepto erróneo en el que el riesgo real del extremismo es puesto en el islamismo, y que erróneamente considera a inmoderados como moderados, sólo ha servido hasta ahora para encender los fuegos del extremismo, en lugar de extinguirlos.

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Alastair Crooke es co-director del Foro de Conflictos. Fue mediador de la UE con Hamas y otros movimientos islamistas y es autor de Resistencia: La esencia de la Revolución islámica, que se publicará en el Reino Unido en febrero y en EEUU en marzo de 2009.
(Copyright 2009 Alastair Crooke.)

Asia Times
Viñeta: LATUFF

2 comentarios:

Tajoni dijo...

Muy buen articulo y blog, Solidaridad con Palestina!
http://reflexionesdeactualidadpolitica.blogspot.com/

lu dijo...

Gracias, y gracias por tu visita.