04/06/2009 - Almanar
El diario israelí Haaretz publicó un artículo el jueves en el que señaló que el futuro de Oriente Medio es un tema doméstico norteamericano y que la paz se encuentra en manos de los que toman las decisiones en EEUU, liderados por el presidente Barack Obama. “Desde que Henry Kissinger determinó que la política exterior era simplemente una extensión de la política doméstica, su máxima nunca había tenido un impacto potencial tan tremendo.”
El artículo de Haaretz señala: “El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, puede continuar fingiendo que es sólo lluvia y el ministro del Interior, Eli Yishai, puede continuar reprendiendo a la Administración Obama por sus “inaceptables” políticas. El diputado de la Unión Nacional, Michael Ben-Ari, puede continuar gritando histéricamente sobre nuestros soldados y los colonos puede continuar poniéndonos a todos en peligro. Sin embargo, el asunto ha sido ya decidido en Washington.”
El artículo continúa: “Washington decidirá el destino de los asentamientos de Cisjordania y sólo podemos esperar que insista en su evacuación. Obama permanece firme en la política revolucionaria sobre Oriente Medio que ha iniciado y eso iluminará la antorcha de la esperanza aquí también. La batalla de los titanes, Netanyahu y Obama, es poco más que una farsa – recordemos la fábula del elefante y la abeja o de la rana y el buey.”
“Seamos realistas. Un primer ministro israelí no tiene la opción de decir que no a EEUU una vez que Washington ha tomado una resolución. Netanyahu sabe esto mejor que nadie y ha llegado el momento para él de explicárselo a sus aliados de la coalición “patriótica.” El único peligro real existencial para Israel es perder el apoyo de EEUU. No hay Israel sin EEUU. No es sólo la ayuda anual militar cifrada en 30.000 millones de dólares (sin la cual el Ejército israelí sería una sombra de sí mismo) o el mercado para un tercio de las exportaciones israelíes, sino también el apoyo fundamental a nivel internacional. Israel, que se ha convertido en un leproso en muchos círculos, internacionales estaría perdido sin el patrocinio de Washington. No hay una superpotencia alternativa - tener sólo a Micronesia a nuestro lado en la ONU no nos lleva muy lejos.”
El diario israelí dijo también que una luz verde de EEUU para el cambio del estatus quo animará también a una torpe Europa a comenzar a dar pasos prácticos. “El presidente estadounidense tiene el poder de poner fin a la ocupación israelí dentro de varios meses. La conquista del “Tercer Reino de Israel” tras la campaña del Sinaí de 1956 colapsó al cabo de pocas semanas. Podríamos volver a esa situación a pesar de los asentamientos, con un claro calendario para la evacuación, severas sanciones en caso de no cumplimiento y generosa ayuda para los que mantengan el rumbo. El viento de cola de que Obama disfruta ha llevado ya a un cambio en el tono que prevalece hacia Israel, incluso entre sus más tradicionales “seguidores”, aquellos que tan ciega e irresponsablemente apoyaron su ocupación y guerras.”
“Las herramientas de que dispone Obama son variadas: una delegación del Congreso de EEUU que visitó recientemente Israel dejó flotar la idea, en las conversaciones privadas al menos, de que EEUU podría prohibir a Israel utilizar sus armas en Cisjordania; alguien sugirió también fijar estrictas limitaciones a los israelíes que entren en EEUU. Sin embargo, quizás bastaría simplemente con eliminar el automático veto de EEUU en la ONU – y esto sin mencionar la interrupción del flujo de la ayuda,” señala el artículo.
Haaretz añade que cualquiera de estas medidas punitivas sería eficiente y justa, e iría en interés de salvar a Israel de sí mismo. “Sin embargo, si los pasos iniciales de Obama no son suficientes, los norteamericanos podrían quizás provocar el derrocamiento de Netanyahu, aunque esto no llevaría necesariamente a la paz. A Israel debe exigírsele ahora una serie de pasos prácticos, como la evacuación del puesto de Maoz Esther, que podría allanar el camino para poner fin a la ocupación.”
El artículo concluye diciendo: “Mientras que las posibilidades de que la sociedad israelí recobre su sentido y luche por su destino se han convertido en infinitesimales, los esfuerzos para poner fin a la ocupación y lograr la paz se han movido fuera del estado y la América judía está comenzando a experimentar una revolución. Una línea de pensamiento va así: si Obama logra tratar con la General Motors, él puede ganar también el apoyo público para tratar con Yitzhar y otros asentamientos similares... Los norteamericanos deben comprender que sin cambiar las relaciones con los mundos árabe y musulmán, el propio planeta se convertirá en un lugar más peligroso. Sin embargo, la mejora de las relaciones con esos pueblos no necesita ser a costa de Israel, sino en su beneficio. El tiempo es corto pero las llaves del contacto han sido ya accionadas, presidente Obama.”
viernes, 5 de junio de 2009
Artículo de Haaretz: No Hay Israel sin EEUU
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