[ 15/07/2009 - 11:26 PM ]
Por Khalid Amayreh, desde Cisjordania
En una improvisada conferencia de prensa en la capital jordana, Ammán, el 12 de julio, el Secretario General de Fatah Farouk Kaddumi reveló que el dirigente de la Autoridad Palestina (AP) Mahmoud Abbas y el ex hombre fuerte de Gaza Muhammed Dahlan conspiraron para asesinar a Yasser Arafat en connivencia con Israel y la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Kaddumi reveló que Arafat le había confiado la transcripción de una reunión secreta en la que participaron Abbas, Dahlan, funcionarios del espionaje estadounidense, así como el ex primer ministro israelí Ariel Sharon. La presunta reunión tuvo lugar en 22 de marzo de 2004.
Según el documento, cuya autenticidad no pudo ser verificada de modo independiente, Sharon le dijo a Abbas y Dahlan durante la reunión que Arafat debía ser asesinado por envenenamiento. La transcripción señala que Abbas protestó, diciendo que el asesinato de Arafat podría complicar las cosas y causar graves dificultades.
La versión árabe de la transcripción de Sharon muestra que Sharon dijo lo siguiente a Abbas y Dahlan: "Para empezar, hay que matar a todos los dirigentes militares y políticos de Hamas, la Jihad, las Brigadas de Al Aqsa y el Frente Popular con el fin de crear el caos dentro de sus filas, lo que haría más fácil para vosotros acabar de una vez con ellos."
Sharon luego presuntamente respondió a una sugerencia de Dahlan de primero establecer un "período de calma", diciendo:
"Mientras Arafat esté todavía sentado en la Muqata'a de Ramallah, fracasaréis por completo, porque este astuto zorro os va a sorprender a todos, como lo ha hecho en el pasado, pues sabe exactamente lo que queréis hacer y actuará para hacerlo fracasar."
Sharon luego añadió lo siguiente: "El primer paso debe ser, por tanto, envenenar a Arafat y matarlo. No quiero mandarlo al exilio a menos que existan garantías del país que le acoja de que le pondrá bajo arresto domiciliario..."
Más adelante, en la transcripción, Sharon presuntamente menciona los nombres de altos dirigentes de Hamas y la Jihad Islámica a los que hay que asesinar, entre ellos Abdel Aziz Rantisi, quien fue asesinado por Israel el 17 de abril de 2004.
El documento presentado por Kaddumi no especifica el objetivo final Israelí-Americano tras la liquidación de Arafat y los principales dirigentes de la resistencia. Sin embargo, es probable que se pueda deducir con seguridad que el juego final previsto tras la presunta conspiración era la creación de un régimen colaboracionista palestino cuya misión central y razón de ser sería la de intimidar a las masas palestinas para que aceptaran un "acuerdo de paz" con Israel que permitiera a éste imponer su voluntad y condiciones a los palestinos.
Kaddumi es una figura importante dentro de Fatah y es difícil descontar sus revelaciones como si fueran alucinaciones, como han hecho sus oponentes.
No obstante, es difícil acusar a Abbas sobre la base de estas revelaciones. Pero también es difícil que se le conceda un certificado de inocencia, ya que Abbas no está fuera de sospecha y ciertamente no es un personaje impecable.
Recuerdo que hablé con Sakhr Habash, un confidente íntimo de Yasser Arafat, dos días antes de la muerte de éste, y me dijo que estaba seguro al cien por cien de que "ellos lo asesinaron."
Le insté a que identificara a los asesinos, la gente a la que se estaba refiriendo. Dijo "usted los conoce, estas personas que están a su alrededor, los agentes de Israel."
Dahlan
Si bien uno está inclinado a mostrar cierta cautela al hablar acerca de la presunta participación de Abbas en el envenenamiento de Arafat, es decir, si de hecho el difunto líder palestino murió de envenenamiento, uno se siente más libre y más seguro para hablar de los no tan secretos acuerdos traidores de Dahlan con los israelíes y los americanos.
Hace unos años, recuerdo haber escuchado una cinta secreta de audio grabada por Dahlan para algunos de sus partidarios en la radio Al-Hurriya de Gaza. En la sesión, se escuchaba a Dahlan jurar que haría que Hamas lamentara el día en que decidió tomar parte en las elecciones de 2006.
"Les voy a hacer comer... (interjección)..., y si cualquier tipo de Fatah se atreve a participar en el gobierno de Hamas, sabré como tratar con él." Dahlan hizo comentarios más horribles que uno prefiere no mencionar por el mal gusto de los mismos.
En 2008, la revista estadounidense Vanity Fair publicó un extenso reportaje de investigación titulado "Como el gobierno de Bush mintió al Congreso y armó a Fatah para que provocara una guerra civil Palestina con el objetivo de derrocar a Hamas."
El informe señalaba que la Casa Blanca intentó organizar el golpe para el derrocamiento del gobierno dirigido por Hamas después de que el grupo islámico de liberación arrollara en las elecciones de 2006.
Obviamente, Dahlan era el líder del golpe a perpetrar, cuya tarea era destruir a Hamas y arrestar o matar a sus líderes, en colaboración con Israel.
Según el informe, la administración de Bush mintió al Congreso e impulsó el apoyo militar a Fatah con el objetivo de provocar una guerra civil Palestina que pensaban que Hamas iba a perder.
Vanity Fair etiquetó el episodio como "Irán Contra 2", en referencia a la financiación de la administración de Reagan de la Contra Nicaragüense mediante la venta encubierta de armas a Irán.
David Wurmser, un funcionario de la administración de Bush, fue citado en el informe diciendo que creía que "la toma de control de Gaza por parte de Hamas el año pasado podría haber sido probablemente una medida preventiva contra el previsto golpe respaldado por Estados Unidos."
A la luz, hay pruebas abrumadoras de que Dahlan colaboró descaradamente con los israelíes y los servicios de espionaje norteamericanos en contra de su propio pueblo, al igual que está meridianamente claro que el actual régimen de Ramallah está colaborando, coordinando y conspirando con Israel para liquidar la resistencia en Cisjordania.
Cierto que Abbas podría argumentar que él no intervino en el complot para asesinar a Yasser Arafat. Sin embargo, él y su régimen en Ramallah no pueden negar el hecho de que sus organismos de seguridad, ahora entrenados y armados bajo la supervisión del oficial del espionaje americano Keith Dayton, han estado colaborando estrechamente con Israel con el fin de erradicar a todos los activistas de la resistencia en Cisjordania.
De hecho, las recientes matanzas de Qalqilya han sido una prueba abrumadora, de necesitarse pruebas, de que el régimen de la AP es sólo otro estrato de la ocupación israelí.
Esto, junto con la absoluta inquisición de acoso, represión, arresto, destitución de sus empleos, incautación y cierre de instituciones, así como la tortura rampante que, en muchos casos, llevó a una muerte cruel demuestran que la AP está trabajando en concierto con Israel para dañar y socavar los intereses nacionales palestinos.
Esto por sí solo, y con independencia de quien envenenó a Arafat, es suficiente para acusar a los actuales dirigentes de Ramallah de colaboración con Israel y traición.
jueves, 16 de julio de 2009
¿Conspiraron Abbas y Dahlan para asesinar a Arafat?
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