jueves, 12 de febrero de 2009

El mundo necesita un organismo creíble para perseguir a los criminales de guerra israelíes

[ 07/02/2009 - 12:55 AM ]
By Khalid Amayreh

El 27 de diciembre, Israel llevó a cabo una guerra relámpago genocida en contra de los aproximadamente 1,5 millones de palestinos habitantes de la Franja de Gaza, usando la más moderna tecnología americana de la muerte.

Estas armas mortíferas usadas contra los encarcelados habitantes de Gaza incluyen, entre otras, aviones de guerra F-16 equipados con todo tipo de misiles letales entre ellos bombas bunker buster, helicópteros Apache, misiles de fósforo blanco, misiles de dardos flechette, así como los explosivos de metal denso inerte (DIME), un arma mortal recientemente desarrollada por el ejército de Estados Unidos para provocar una poderosa y letal explosión en un área pequeña.

Se cree que los DIME están aún en etapa experimental. Sin embargo, según la creencia generalizada Israel había recibido luz verde del Pentágono para utilizar Gaza como campo de pruebas.

Además, Israel utilizó todas las demás armas convencionales, incluidos tanques y proyectiles de artillería contra barrios densamente poblados.

Según David Halpin, jubilado británico y cirujano especialista en trauma, el ejército israelí utilizó Gaza como "laboratorio de pruebas de lo que yo llamo las armas del infierno".

"Me temo que la forma de pensar en Israel es que le interesa crear la mayor cantidad posible de mutilaciones para aterrorizar a la población civil con la esperanza de que se volverá en contra de Hamas." (Véase, ¿Es Gaza es un campo de pruebas de armas experimentales?, Jonathan Cook, The Electronic Intifada, 13 de enero 2009)

Al día 23 del criminal ataque, cuando Israel paró su ofensiva, Gaza se parecía mucho a un verdadero campo de concentración, con más de 10.000 palestinos muertos y mutilados, entre ellos más de 300 niños asesinados sin piedad y cinco veces esta cifra de niños gravemente heridos o mutilados.

Además, la infraestructura civil de toda la Franja de Gaza fue totalmente destruida. Esto incluye viviendas y edificios públicos, docenas de mezquitas, la universidad, residencias universitarias para estudiantes, empresas, escuelas, hospitales, centrales eléctricas, instalaciones de tratamiento de aguas, escuelas de la ONU, locales de la policía civil, tierras cultivadas, y miles de hogares.

Se trató de un asalto sin prohibiciones, y muchas personas mayores que vivieron durante la Segunda Guerra Mundial han comparado el ataque a Gaza del 18 de enero con el bombardeo de la ciudad alemana de Dresde antes del final de la Segunda Guerra Mundial.

La matanza masiva de civiles llevada a cabo por el ejército israelí fue perpetrada a sabiendas y deliberadamente, porque los soldados israelíes recibieron instrucciones de no mostrar ninguna piedad hacia la población civil. Esto explica la aniquilación total de familias numerosas con el bombardeo de sus viviendas.

Israel afirma que la ofensiva iba dirigida a Hamas, no la población de Gaza. Sin embargo, los dirigentes políticos y militares de Israel, así como muchos intelectuales fácilmente estiraron su concepto de "Hamas" para que abarcara prácticamente a toda la comunidad palestina de Gaza.

Por ejemplo, Yaron London, un intelectual israelí "izquierdista" y figura prominente de los medios de comunicación dijo a los periodistas que "Ha llegado el momento de horrorizar a la población de Gaza con acciones que hasta ahora nos daban náuseas, acciones tales como matar a la dirigencia política, provocar hambre y sed en Gaza, bloquear las fuentes de energía, provocar una destrucción generalizada, y ser menos discriminatorios en el asesinato de civiles. No hay otra opción."

Añadió: "Me refiero tanto a la población como a sus dirigentes, que son los mismos, porque la población votó por Hamas. No puedo separar entre los que votaron por Hamas y un dirigente de Hamas."

En realidad, hay muchas otras citas de los dirigentes israelíes tolerando e incluso regodeándose con los crímenes cometidos por el ejército israelí en Gaza.

Crímenes de guerra pornográficos

Funcionarios israelíes y portavoces no niegan en realidad que han sido cometidos crímenes de guerra en Gaza. Sin embargo, tratan desesperadamente de limitar la importancia y la gravedad de estos delitos argumentando que son "cosas que suceden en tiempo de guerra" y que "Hamas también cometió crímenes de guerra".

Sin embargo, comparar los crímenes de Hamas con el holocausto de la guerra relámpago contra Gaza atenta contra la dignidad de la lengua. Se trata de promiscuidad verbal, una especie de fornicación con las palabras.

Porque, poner los crímenes de Israel y los "crímenes" de Hamas en el mismo nivel sería tan absurdo y corrupto como equiparar las atrocidades nazis con la resistencia en Europa ocupada por los nazis.

Los crímenes cometidos en Gaza por las Fuerzas de ocupación israelíes no son cuestionables ni controvertidos y no requieren mucho esfuerzo para captarlos.

La prueba de estos crímenes, que trascienden la realidad, no sólo quedó establecida por la mera realidad física, sino también por los confusos esfuerzos de Israel para encubrir estos crímenes.

De hecho, Israel se ha embarcado en callados pero masivos esfuerzos para encubrir los crímenes de guerra de Gaza con la falsificación de los nombres de los presuntos criminales de guerra que se cuentan por miles.

El 5 de febrero, el periódico israelí Ha'aretz informó que el ejército israelí comenzó a eliminar de documentos legales los nombres y los datos de oficiales del ejército implicados en el bombardeo de Gaza.

"La oficina del censor dio órdenes de ocultar los nombres de todos los oficiales que participaron en la operación, por temor a que su identificación los exponga a una acción legal en el extranjero."

Esto demuestra que Israel está tratando de eludir las consecuencias de sus crímenes contra la humanidad ocultando los hechos e impidiendo que los familiares de las víctimas palestinas conozcan nombres de los asesinos.

Ante esto, es imperativo que se establezca un organismo no gubernamental creíble, no polítizado y honesto para investigar a fondo estos crímenes y perseguir a los criminales de guerra dondequiera que estén.

Afortunadamente, los nombres de muchos de estos delincuentes ya son conocidos.

Entre los criminales están no sólo soldados y oficiales que participaron en las atrocidades genocidas, sino también los dirigentes políticos que dieron las órdenes e instrucciones.

Es cierto que no hay garantías en este momento de que los criminales de guerra vayan a ser detenidos y procesados, y menos aún castigados por sus crímenes, dado el ambiente político internacional y la ausencia de voluntad internacional para encarar al estado cuasi-nazi y su aliado-guardián, los Estados Unidos.

Sin embargo, aunque el procesamiento real resulte difícil, y lo es sin duda, esto no significa que a los criminales se les deba permitir salir impunes.

Por lo tanto debe ponerse en marcha inmediatamente un esfuerzo amplio, profesional y muy concentrado para reunir, clasificar y autenticar todas las pruebas disponibles.

Las almas de estos niños de Gaza, matados sin piedad e incinerados por la infernal máquina de guerra americano-israelí nos piden que persigamos a sus asesinos.

No debemos permitir que estos viles asesinos y asesinos de niños duerman tranquilos.

De hecho, la persecución de estos animales humanos puede resultar fundamental para determinar si el futuro de nuestros niños se regirá por las leyes de la humanidad o las normas de la selva.

Viñeta: LATUFF

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