[18/07/2009 - 10:48 PM]
Por Khalid Amayreh desde Cisjordania
Así como el antisemitismo se convirtió en política oficial en Alemania a mediados de los años 1930, parece que la hostilidad hacia los árabes, incluidos los 1,5 millones de ciudadanos palestinos del propio Israel, se está convirtiendo de hecho en política oficial del Estado israelí.
Esta ominosa orientación está siendo promovida constantemente por varios ministros del gabinete y miembros del Knesset manifiestamente racistas que declaran abiertamente que su objetivo es hacer que todos en Israel "se sometan a la naturaleza judía del Estado."
El racismo descarado impregna actualmente todo el aparato del estado judío, desde la policía al sistema judicial, al ejército, al sistema educativo y, por supuesto, a los medios de comunicación.
La semana pasada, los tribunales israelíes mostraron sus credenciales racistas cuando dos colonos israelíes, un asesino y un aspirante a asesino fueron absueltos de asesinar a un palestino y herir gravemente a otros dos.
En el primer caso, un juez de Jerusalén occidental absolvió un colono judío llamado Ze'ev Braude que había disparado y herido de gravedad a dos palestinos desarmados en Al-Khalil (Hebrón) hace varios meses.
El colono fue captado en video disparando a los dos palestinos que estaban implorando a las tropas israelíes que pararan a los colonos que estaban atacando y arrasando sus hogares y familias. Los colonos estaban cometiendo actos de vandalismo contra propiedades árabes y tratando de prender fuego a sus casas en protesta contra la evacuación por el ejército judío de los ocupantes ilegales que habían allanado un edificio árabe unos años atrás.
El abogado de Braude al parecer pidió "información clasificada" que dijo ayudaría a limpiar a su cliente de cualquier infracción. Sin embargo, en vez de aceptar la petición del abogado, el fiscal general decidió retirar todos los cargos contra Braude. Por lo tanto, el asesino potencial, que había disparado y herido de gravedad a dos palestinos inocentes, fue en efecto declarado inocente.
En el segundo caso, un agricultor judío llamado Shai Dromi fue absuelto de un homicidio por un tribunal Bir al Saba'a (Beer Shiva) a pesar de las pruebas condenatorias que le acusaban.
En 2007, Dromi mató a tiros a un beduino "infiltrado", alegando que estaba tratando de robar su ganado.
Sistema racista
Uno no tiene que ser un gran experto en Israel para poder describir el sistema israelí de justicia como inherentemente racista, estando basado en un centralismo etno-religioso.
De hecho, si las víctimas hubieran sido judías, no cabe ni la menor duda de que se habrían aplicado a los autores fuertes sentencias de prisión, sin posibilidad de libertad condicional durante décadas.
Sin embargo, en un estado que asesina a voluntad a niños inocentes "en defensa-propia" y que miente tan a menudo como respira, este tipo de justicia debería ser vista dentro del orden normal de las cosas.
De hecho, se podría afirmar perfectamente y con razón, que el propio Israel es un crimen contra la humanidad, al haber sido creado sobre las ruinas de otro pueblo, los palestinos.
Por lo tanto, es "natural" y "normal" que los tribunales israelíes traten con la máxima flacidez y absoluta indulgencia a los judíos perpetradores de crímenes, siempre y cuando la víctima no sea miembro de la "santa tribu."
Esta tradición se remonta a la creación de Israel hace más de 62 años, cuando a un judío que asesinara a un palestino se le multaba con diez centavos sobre la base de que la vida de un no-judío no valía más que una moneda de diez centavos.
Hace unos años, un soldado israelí que estaba de servicio en el sur de Gaza asesinó a una niña palestina, Iman al Hums, cuando iba a la escuela.
El soldado, apodado Capitán R., disparó contra la niña hiriéndola de gravedad, y mientras la veía agonizar revolcándose de dolor, caminó hacia ella, vaciando todo el cargador de balas en su tierno cuerpo para asegurarse de que estaba muerta y no representa una amenaza para su vida.
La práctica sigue siendo ampliamente practicada por el ejército israelí y se la conoce como "verificación de la muerte." La reacción del sistema de justicia de Israel ante este evento fue, de hecho, muy reveladora. Porque en lugar de perseguir y castigar al asesino, el ejército israelí en realidad le otorgó miles de dólares por daños y perjuicios que alegó que se merecía porque su reputación se vio empañada por los medios de comunicación.
Los occidentales, especialmente los norteamericanos, que han estado consumiendo mentiras sionistas desde hace décadas, pueden estar predispuestos a pensar que los casos antes mencionados son una aberración y de ningún modo representan el modo de actuar habitual de Israel.
Sin embargo, la verdad que Israel y sus partidarios se esfuerzan por ocultar de los ojos del mundo es que el sistema de justicia de Israel es esencialmente y profundamente racista, por decirlo de modo suave, especialmente cuando están implicados no judíos, en particular palestinos.
En los últimos años, cientos de jueces colonos y otros afiliados a grupos terroristas extremistas judíos, tales como el grupo Kahana, el Gush Emunim y el Chabad, se infiltraron en el sistema judicial israelí.
Estas personas son adoctrinadas en la ideología filo-nazi de que los judíos son genéticamente y humanamente superiores a los no judíos y de que las vidas de los judíos valen más que las de los no judíos.
Por lo tanto, cuando un judío y un no judío comparecen ante el tribunal, el juez judío se siente obligado a tomar en cuenta todas estas consideraciones y a abstenerse, en lo posible, de poner condenas duras contra acusados judíos.
Esto se hace a menudo mediante la búsqueda meticulosa de circunstancias atenuantes, incluso montándolas, o mediante la búsqueda de lagunas de procedimiento, que permitan al juez reducir considerablemente los castigos prescritos para los acusados judíos o absolverles de cualquier delito.
Israel afirma ser un país occidental, una democracia y un estado en el que el imperio de la ley se respeta. Bueno, esta trinidad de mentiras debería ser obvia para cualquier persona que haya tenido la oportunidad de conocer de primera mano a Israel.
Sin embargo, siempre hay un cierto nivel de "veracidad" en estas declaraciones. En Israel se mantiene en efecto el imperio de la ley, del mismo modo que también se mantuvo en la Alemania nazi.
Pero permanece la pregunta, ¿qué leyes son exactamente las que se mantienen?
domingo, 19 de julio de 2009
¿Están los tribunales israelíes regidos por jueces nazis?
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