martes, 25 de agosto de 2009

Diario Sueco Publica un Segundo Artículo sobre el Robo Israelí de Órganos

24/08/2009 Almanar

A pesar de las duras protestas de Israel, el periódico sueco Aftonbladet publicó un segundo artículo en el que acusa a las fuerzas de ocupación israelíes de robar órganos a palestinos muertos.

En el artículo, publicado el domingo, Oisin Cantwell y Urban Andersson informan desde el pueblo de Imatin, en el norte de Cisjordania, del caso del joven de 19 años Bilal Ahmad Ganim, que murió durante un choque con soldados de ocupación israelíes en 1992.

La familia de Ganim dijo que el cuerpo había sido devuelto pocos días más tarde, envuelto en sábanas de hospital. Aftonbladet publicó lo que dijo que era una foto del cuerpo, que tenía una cicatriz que iba desde el cuello hasta el abdomen.

El segundo artículo titulado “La madre nunca dejó de sufrir; nunca dejó de preguntarse”, citaba al hermano de Bilal, que dijo que el adolescente fallecido había sido “asesinado por Israel por proteger a su pueblo.”

El hermano, que tenía 15 años en aquel momento narró el incidente: “Varios soldados (de ocupación israelíes) tendieron una emboscada a varios palestinos y abrieron fuego. El primer disparo alcanzó a Bilal en el pecho y el segundo en la pierna. Creemos que estaba todavía vivo tras recibir las dos heridas de bala.”

La madre, Sadiya, dijo a Aftonbladet que “ellos podrían haberle arrestado, pero en lugar de ello decidieron matarle.”

Según la familia, el ejército de ocupación israelí pidió 5.000 shekels (unos 1.300 dólares) para devolver el cadáver. “Fue en medio de la noche. Los soldados provocaron un corte de la energía eléctrica en todo el pueblo. Bilal fue devuelto en una bolsa negra; no tenía dientes. El cuerpo mostraba un corte desde el cuello hasta el abdomen,” dijo la madre en declaraciones recogidas por el periódico sueco.

El artículo señala que, al ser preguntados lo que le había ocurrido al cuerpo, los soldados de ocupación dijeron que había sido objeto de una autopsia en Tel Aviv. La familia, sin embargo, señala que los órganos de Bilal habían sido robados.

MINISTROS ISRAELÍES INDIGNADOS POR LA PUBLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS SUECOS

Entretanto, los contactos entre Tel Aviv y Estocolmo continúan detrás del telón para evitar un daño irreparable a las relaciones entre Israel y Suecia. Una ruptura en las relaciones ahora sería particularmente problemática, ya que Suecia ostenta la presidencia rotatoria de la UE.

El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, en su primer pronunciamiento público, dejó claro que Israel no estaba buscando una disculpa del gobierno sueco. “El gobierno sueco cruzó una línea roja cuando no condenó el artículo,” dijo. “La petición no era de una disculpa, sino de una condena.”

El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman criticó el jueves al ministro de Exteriores de Suecia por decir que la condena del primer reportaje del periódico por parte la embajadora sueca en Israel, Elisabet Borsiin Bonnier, no representaba la postura del gobierno de Suecia. “Es una vergüenza que el Ministerio de Exteriores sueco no intervenga en un caso de libelo contra judíos. Esto es una reminiscencia de la postura de Suecia durante la Segunda Guerra Mundial cuando no intervino tampoco,” dijo Lieberman.

Uniéndose al coro, el ministro del Interior, Eli Yishai, dijo que él actuaría para impedir a los periodistas de Aftonbladet recibir acreditaciones para trabajar en Israel.

Por su parte, Aftonbladet publicó el domingo un artículo en el que defendía el reportaje escrito por el periodista freelance Donald Bostrom.

El artículo del domingo señalaba que el tema del robo de órganos “debe ser investigado bien para acallar los rumores palestinos o bien, si se comprueba que los rumores son ciertos, para detener ese tráfico de órganos.”

El artículo de Aftonbladet del domingo también decía que la condena del artículo por parte de la embajadora Bonnier era “un hecho vergonzoso.”

Asa Linder Borg, autora del artículo del domingo titulado “Atreverse a examinar a Israel” señalaba que nadie “simpatiza con la idea de que Israel pueda dirigir el discurso público norteamericano” y que “no muchos simpatizan con las políticas de Binyamin Netanyahu.”

Entretanto, la indignación a nivel popular en Israel contra los suecos ha llevado a que se presente una petición online que pide un boicot de IKEA, el gigante sueco del mueble que tiene una sucursal cerca de Netanya.

Representantes de la comunidad judía de Suecia mostraron el domingo su preocupación por una situación diplomática entre ambos países, que parece haberse salido de control.

Por su parte, el director del periódico sueco dijo el lunes que “no soy nazi ni antisemita.”

En un editorial publicado en Aftonbladet, Jan Helin respondió a las acusaciones de “antisemitismo” de Israel diciendo: “Yo soy el director responsable que dio luz verde al artículo porque plantea cuestiones de interés.”

Entretanto, el sitio israelí Ynet consideró el lunes que la reacción israelí ante esos reportajes había sido “infantil” y señaló que Israel estaba ahora enfrascado en una “batalla” infantil con los suecos.

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