Alfredo Jalife-Rahme - La Jornada
23 de agosto de 2009
Desde hace más de una década era sabido en los informados círculos médicos y penales el financiamiento por Israel de transplantes de órganos en otros países” de forma clandestina mediante una extensa red criminal, como confesó Geldaya Tauber Gady, alto oficial retirado del ejército israelí, ante un tribunal de Brasil: “el gobierno israelí está enterado del tráfico de órganos para los pacientes de su país y paga por todas las transacciones (sic) a través del plan 4 de salud” (BNET; Transplant News; 30/1/04).
Según Larry Rohter, de The New York Times (23/5/04), el israelí Ilan Peri es el cerebro tratante del mercado negro del transplante global de riñones por conducto de la empresa TechCom, con sede en Tel Aviv. Después de haber sido expuestos en Sudáfrica y Brasil, los traficantes israelíes de órganos trasladaron a China gran parte de sus operaciones.
Rohter arguye que la “emergencia de Israel como foco del sindicato (criminal de riñones) no causa sorpresa” debido a que por consideraciones religiosas “la tasa de donación en Israel (Nota: 8 por ciento) se encuentra entre las más bajas del mundo occidental (Nota: 35 por ciento)”.
Hace dos años, Zaki Shapiro, cirujano israelí y anterior director de transplantes en el Rabin Medical Center de Israel, fue detenido en medio de una balacera en Turquía por estar implicado en una red clandestina de venta de riñones en un hospital privado de Estambul, según The British Medical Journal (12/5/07)
El rotativo israelí Haaretz (12/12/01) había reportado hace casi ocho años que las “autoridades de Rumania buscan posibles vínculos entre las agencias de adopción (sic) israelíes y la ilegal conspiración (¡supersic!) global en la venta de órganos para transplantes”. Rumania investiga “si los niños rumanos llegaron a Israel con todos los órganos en sus cuerpos”. Las parejas israelíes pagan 20 mil dólares por cada infante rumano adoptado. Se teme que varios papeles de adopción hayan sido falsificados, relata pulcramente Haaretz, que ya había señalado que “algunos médicos israelíes estaban implicados en transplantes ilegales de riñones” en Turquía, Rumania y otros países de Europa oriental.
Hechos:
El pasado 23 de julio, en un operativo espectacular en New Jersey, la policía judicial de Estados Unidos detuvo a 44 personas, incluidos cinco rabinos de Brooklyn, por lavado de dinero, tráfico de riñones y fabricación de bolsas falsas de diseño.
El lavado de dinero del eje Nueva York-Tel Aviv (¿incluirá al “México neoliberal”?) está ya muy visto, por lo que nos detendremos en el menos conocido tráfico de riñones por los mismos operadores criminales, entre quienes destaca el rabino Levy Izhak Rosenbaum, quien resultó un óptimo financiero al comprar los riñones a los “donadores” en el mercado negro por 10 mil dólares para venderlos en 160 mil a los urgidos “receptores” (MSNBC; 24/7/09). ¡Qué buen negocio!
Nancy Scheper-Hughes, profesor de antropología de la Universidad de California en Berkeley, había alertado al FBI desde hace siete años sobre la red de tráfico de riñones en el mercado negro de Estados Unidos por el rabino Levy Izhak Rosenbaum, quien llegó a colocar su revólver en la cabeza de los “donadores” arrepentidos, en su mayoría oriundos de aldeas pobres de varios países de Europa oriental, en particular de Moldavia (Haaretz; 26/7/09).
En India, la compra de los riñones de los miserables es más barata: 2 mil dólares (Daily News: 27/7/09). ¿Habrá comprado riñones indios el rabino criminal Rosembaum para acrecentar sus jugosas ganancias?
De los casi 70 mil transplantes de riñones que se realizan en el mundo al año,10 por ciento proviene del mercado negro. En Estados Unidos murieron el año pasado 4 mil 540 personas en espera de un transplante de riñón, lo que ha hecho florecer su lucrativo mercado negro en todo el mundo. ¿Tendrá ramificaciones en los hospitales “privados” de México?
Scheper-Hughes alega que en el hospital Monte Sinai de Nueva York se realizaban los transplantes de los riñones comprados por el rabino financiero Rosenbaum.
Otras fuentes más feroces –que invocan “la complicidad del gobierno israelí”–, como las de Joseph Cannon (Los carniceros: la verdad oculta sobre el circuito de robo de riñones por Israel; 31/7/09), señalan al Albert Einstein Medical Center.
No puede existir tanta maldad ultraconcentrada en el planeta por lo que tampoco sería improbable que el rabino criminal Rosenbaum haya abusado de sus dotes religiosas para engañar a sus correligionarios médicos de Nueva York y Tel Aviv.
Cannon evoca que en “el transcurso de los años, muchos (sic) han acusado a Israel de traficar con los órganos de los palestinos”. Entre los “muchos” descuellan los relatos macabros desde hace 21 años del connotado autor británico David Yallop (8/2 y 30/10 de 1988).
Cannon exhuma los vínculos entre Ilan Peri, presunto tratante del gobierno israelí (en la jerga del Mossad: el Caballo, quien opera la cobertura protectiva de las inmundicias gubernamentales), y el rabino financiero Rosenbaum.
Jane’s (5/3/08), centro de pensamiento militar británico, expone el “mercado negro expansivo del tráfico de órganos” dominado por “tratantes sin escrúpulos y facilitado por las legislaciones nacionales inadecuadas, amplias prácticas corruptas y la ausencia general de alerta ciudadana sobre la extensión de su comercio”. Comenta que “el comercio ilegal de partes del cuerpo es ampliamente dominado por los riñones debido a su gran demanda y por constituir los únicos órganos mayores que pueden ser transplantados enteramente con pocos riesgos relativos para el donador viviente”.
En este contexto barbárico, Aftonbladet, el periódico sueco de mayor circulación, reportó que “los soldados israelíes raptan a palestinos para robar sus órganos”, lo cual provocó una iracunda reacción del gobierno israelí (Haaretz; 18/8/09). El autor, Donald Boström, vincula el robo de riñones palestinos al circuito criminal del rabino Rosenbaum.
En la tardía, cuan sorprendente exhibición de los rabinos lavadores de dinero y traficantes de riñones de Brooklyn, ¿tendrá algo que ver su pertenencia al grupo ultrarreligioso ortodoxo Chabad-Lubavitch y su alianza con el partido gobernante Shas, aliado del fundamentalista primer ministro del partido Likud, Bibi Netanyahu, quien ha declarado la guerra al plan de paz de Obama?
No se puede olvidar la reciente e indecente declaración de Manis Friedman, “el mejor de los rabinos de Chabad-Lubavitch” (según Nathaniel Popper del portal hebreo The Forward), quien incitó a los judíos a matar a los hombres, mujeres, (sic) y niños (¡supersic!) árabes durante la guerra: “la única manera de combatir una guerra moral (¡supersic!) es al estilo (sic) judío: destruyan sus sitios sagrados. Maten hombres, mujeres y niños (y su ganado)”. Agregó sin desparpajo: “no creo en la moralidad occidental” (Haaretz; 9/6/09). Mejor aquí nos detenemos.
lunes, 24 de agosto de 2009
¿Israel está detrás del tráfico global de riñones?
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