miércoles, 14 de octubre de 2009

Crece brecha entre Abbas y Fatah

Por Mel Frykberg

RAMALAH, Palestina, 12 oct (IPS) - Una Autoridad Nacional Palestina (ANP) cada vez más aislada e impopular ha dado un giro de 180 grados en su actitud con el informe Goldstone, tratando de esquivar las críticas que le llegan desde todas las direcciones, incluso desde dentro.

El presidente palestino Mahmoud Abbas cambió completamente de postura el domingo sobre el controvertido reporte de la comisión investigadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a cuyo frente estuvo el juez sudafricano Richard Goldstone.

El "informe Goldstone", presentado el 15 de septiembre, acusa tanto al palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) como al gobierno de Israel de crímenes de guerra durante la ofensiva contra Gaza que se extendió entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de este año.

El estudio respalda las conclusiones de organizaciones de derechos humanos internacionales e israelíes, señalando que buena parte de los 1.400 pobladores de Gaza muertos en la guerra eran civiles y que posiblemente Israel los había tomado por blanco deliberadamente.

"Instruí al enviado de la ANP en Ginebra para que convocara a otra reunión excepcional del Consejo de Derechos Humanos, a fin de que votara el informe, buscando castigar a todos quienes cometieron los delitos más grotescos contra mujeres y niños en Gaza", dijo Abbas.

Estaba previsto que el reporte fuera debatido por el Consejo de Seguridad de la ONU y, luego, probablemente entregado a la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, pero debido a la oposición política --incluida la de la ANP--, esto se postergó hasta marzo del año próximo.

Inicialmente, la ANP respaldó el informe, pero luego retiró su apoyo a raíz de una intensa presión política de Israel y Estados Unidos.

Estos últimos acontecimientos han contribuido de modo significativo a una creciente división entre la ANP y la dirigencia del partido que la controla, Fatah, dado que cada vez más palestinos y árabes ven al gobierno de Abbas como poco más que un títere de Estados Unidos e Israel.

"La ANP está en una completa negación. Parece estar viviendo en otro planeta", dijo a IPS Samir Awad, de la Universidad Birzeit.

Aysam Zaid, líder de Fatah en la central ciudad de Ramalah, declaró a IPS que "algo va a explotar. Estamos hartos de ellos. (El palestino común) quiere divorciarse de la ANP".

Varios miembros de Fatah también son miembros de la ANP. Fatah es el grupo más grande de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Aunque era predecible un sermón por parte de Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) y de la Yihad Islámica, las feroces críticas desde dentro de la ANP, la OLP e incluso el partido árabe-israelí Balad parecen haber encontrado a Abbas con la guardia baja.

La ministra palestina de Asuntos Sociales, Majida Al-Masri, dijo que la postergación del debate sobre el informe Goldstone en la ONU era "una vergüenza", y reclamó responsabilidad al respecto. El ministro de Finanzas, Bassem Khoury, renunció en señal de protesta.

El primer ministro de Abbas, el pro-occidental Salam Fayyad, hizo veladas críticas. "No debemos abandonar la oportunidad de ir tras quienes cometieron crímenes de guerra durante el ataque de Israel contra la franja de Gaza", señaló en un comunicado.

Otros miembros de Fatah pidieron extraoficialmente a Abbas que diera los pasos necesarios para impedir que la controversia perjudicara la imagen del partido entre el público palestino.

La semana pasada, Ahmed Jibril, líder de otra facción de la OLP, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, llamó abiertamente a Abbas a "irse a casa".

El consejo de organizaciones palestinas en Europa también le pidió la renuncia al mandatario.

Nabil Amr, ex embajador palestino en Egipto y ex asesor del presidente palestino, también arremetió contra Abbas.

La ANP tomó represalias inmediatamente. El personal de seguridad que acompañaba a Amr fue retirado de su residencia de Ramalah, lo que constituyó un serio problema dado que ya ha sido víctima de un intento de asesinato.

El partido árabe israelí Balad solicitó la renuncia inmediata de Abbas la semana pasada, luego de convocar a una conferencia especialmente para discutir el tema. Ésta es la primera vez en la historia palestina que un partido israelí de origen árabe interviene en la política de la ANP.

Los funcionarios sirios cancelaron una reunión con Abbas prevista para la semana pasada en Damasco, debido a este asunto.

En el marco de semejante reacción era inevitable que Abbas se echara atrás en su intento por salvar los vestigios de su imagen política. Pero su decisión de crear un comité para estudiar el retiro de apoyo de la ANP al informe Goldstone tiene a muchos palestinos desconformes.

"La ANP no comparte el poder con Fatah de modo democrático. La mayoría de los miembros de Fatah prácticamente no tienen voz en el manejo de las finanzas, la seguridad y los medios", dijo Mustafa Abdelhadi, presidente del comité de acción de Fatah.

"Cuando ellos toman decisiones no consultan a las bases de Fatah. Cuando, hace poco, formaron el gobierno, hablaron con los designados de modo individual para pedirles que se unieran a él, y muchos de ellos eran los mismos rostros conocidos. No hubo un debate democrático", dijo Abdelhadi a IPS.

Además, la encendida retórica de Abbas contra la judaización de Jerusalén oriental por parte de Israel también generó escepticismo, dado que los críticos sostienen que la ANP ha hecho poco por contrarrestarlo.

Según activistas palestinos en Jerusalén, la ANP brinda asistencia financiera y legal mínima para combatir los asentamientos israelíes y las demoliciones de casas, y carece de un enfoque coordinado.

Un activista dijo que prácticamente a diario hay enfrentamientos entre activistas de Fatah en el área y la ANP, en un intento por conseguir apoyo y fondos para Jerusalén y para las familias que enfrentan la amenaza de desalojos por demolición de sus hogares.

Sin embargo, incluso con esta fisura, Awad no vislumbra que en el futuro cercano haya una división importante entre Fatah y la ANP.

"Pese a que la ANP tiene intereses económicos y políticos creados para mantener el statu quo a expensas de los palestinos, muchos miembros de Fatah continuarán siguiendo la línea política, dado que necesitan sobrevivir económicamente, y una división interna lisiará políticamente a su movimiento", dijo Awad a IPS.

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