(Marcas de tortura en el cuerpo de Amr Haitham)
[11/08/2009 - 11:30 AM] - PIC
Por Khalid Amayreh
El lunes, 10 de agosto, se reveló que Fadi Hamadneh murió en la notoria prisión de Juneid en Nablus. Las circunstancias de su muerte siguen sin estar claras en el momento de preparar este artículo, pero su familia y parientes están acusando a los agentes de seguridad de la Autoridad Palestina (AP), respaldada por Occidente, de torturarlo hasta la muerte.
El hermano de Hamadneh desestimó la narrativa oficial de la AP de que se suicidó en su celda como "bazofia" y "flagrantes mentiras."
Señaló que su hermano era un hombre religioso y que resultaba inconcebible que se lanzase a cometer suicidio. El suicidio es un pecado grave en el Islam.
Hamadneh es el tercer detenido palestino que muere este año en custodia de la AP presuntamente a consecuencia de torturas.
La semana pasada, Kamal Abu T'iema, de 45 años de edad, maestro de escuela del campamento de refugiados de Fawwar, cerca de al Khalil, sucumbió a un masivo derrame cerebral que había sufrido, al parecer como consecuencia de la incesante tortura y duras palizas a manos de los interrogadores de la AP en al-Khalil (Hebrón).
En junio, Haitham Amr, un enfermero del hospital Ahli de Hebrón, fue golpeado hasta la muerte por los interrogadores de la Mukhabarat (Servicio General de Inteligencia) en Hebrón.
Las marcas de tortura de su cuerpo, y lo azulado que estaba, mostraban fuera de toda duda que murió a consecuencia de las torturas; y las afirmaciones en contrario de la AP fueron sólo rotundas mentiras.
Funcionarios de la seguridad de la AP afirmaron luego que se mató al caer desde el tercer piso, una mentira concebida para encubrir el horrible crimen. Lamentablemente, el perjurio no está considerado como delito en los enclaves de la AP, especialmente si los que mienten resultan ser miembros influyentes de las agencias de seguridad.
La AP ha pedido una investigación sobre la muerte de Amr. No obstante, hasta ahora, no se ha publicado ningún informe oficial de la autopsia en cuanto a las circunstancias que rodearon su muerte. Esto por sí solo es una caricatura de la terrible situación en que se encuentra el sistema judicial en Cisjordania.
Incluso la afirmación fabricada de modo rutinario, de que una víctima de tortura se ha suicidado, debería ser rotundamente rechazada como una excusa. Después de todo, los jóvenes en la flor de la vida no cometen suicidio por nada.
En realidad, uno no tiene que ser un gran psicólogo o psiquiatra para darse cuenta de que sólo las mortíferas circunstancias y los macabros malos tratos de los detenidos empujan a algunos de ellos a quitarse la vida. La capacidad de la gente para resistir las torturas varía de una persona a otra, y algunas personas simplemente no pueden soportar más.
La tortura está oficialmente prohibida en las cárceles de la AP y sus centros de interrogatorio. Funcionarios de la AP, entre ellos el presidente Mahmoud Abbas y su primer ministro Salam Fayyad declaran rutinariamente que la tortura no existe en los enclaves de la AP.
Por otra parte, el gobierno de la AP emitió instrucciones claras prohibiendo el uso de tortura. Sin embargo, la tortura, en su formas más bárbaras, sigue acabando con más y más víctimas inocentes.
El asesinato de detenidos a base de torturarlos hasta la muerte no se hace por error. Se trata más bien de una deliberada y sádica política encaminada a tomar venganza en los simpatizantes de Hamas de Cisjordania.
Reclusos que han sido liberados de las cárceles de la AP y sus centros de interrogatorio hablan de experiencias en las salas de interrogatorio que ponen los pelos de punta. La tortura adopta muchas formas, entre ellas el notorio shabh, brutales palizas, colgarlos durante períodos prolongados y privación del sueño.
En algunos casos extremos, los reclusos son forzados a sentarse en botellas rotas que les causan graves mutilaciones en el recto.
Dicho esto, es importante señalar que el liderazgo de la AP no es el único villano aquí. La Unión Europea, los Estados Unidos y otros donantes tienen una gran parte de la culpa en estos horribles crímenes.
Todos sabemos que la AP depende casi por completo de la ayuda financiera del exterior para su propia supervivencia. De hecho, los interrogadores y torturadores que a sabiendas y deliberadamente matan a estos no llorados detenidos, reciben sus salarios de donantes de Occidente y de otras partes. En otras palabras, los contribuyentes europeos y estadounidenses son los que en realidad están financiando las torturas en las cárceles y centros de interrogatorio de la Autoridad Palestina.
El que esto escribe, ha instado reiteradamente a los funcionarios de la UE a ejercer presión sobre el gobierno de la Autoridad Palestina para que hagan esfuerzos verdaderos y decididos para poner fin a la tortura.
No obstante, todas mis peticiones al parecer cayeron en oídos sordos, porque la Unión Europea ha estado callada como si el asunto de la tortura fuera irrelevante y no constituyera una prioridad moral.
Por esta razón, las víctimas de la tortura y sus familias deben explorar la posibilidad de demandar a los donantes extranjeros y financistas de la Autoridad Palestina pidiéndoles indemnización por daños y perjuicios.
Es realmente triste que los Estados de la Unión Europea que no cesan de predicarnos sobre las virtudes de la democracia y los derechos humanos, resulten ser dispuestos cómplices de asesinato.
Ahora, por enésima vez, hacemos un llamamiento a los embajadores y diplomáticos de la Unión Europea en los territorios palestinos ocupados para que planteen esta cuestión primordial a los dirigentes de la autoridad palestina.
Háganlo ahora antes de que más personas inocentes pierdan la vida en estas cámaras oscuras de Nablus, Ramallah y Hebrón.
Su silencio e indiferencia sólo será interpretado por la Autoridad Palestina y sus organismos de seguridad hostiles a los derechos humanos como que equivale a tolerar y alentar las torturas.
Por lo tanto, en nombre de la mayoría de los palestinos, que valoran la libertad y los derechos humanos, especialmente el derecho a la vida, quiero comunicar el siguiente mensaje a los europeos y los estadounidenses y a otros que mantienen a flote a la Autoridad Palestina:
Por favor, no nos maten por su dinero, no financien la tortura, y no financien las violaciones de los derechos humanos en nuestro atormentado país. Sean fieles a sus propios ideales y a los valores que proclaman.
Ya hemos tenido más que suficiente con la barbarie y el salvajismo del ejército israelí de ocupación y los colonos judíos de tipo nazi.
Así pues, ¿debemos ser aún más atormentados, torturados y asesinados por nuestros propios paisanos que afirman estar protegiéndonos y salvaguardando nuestros intereses vitales?
miércoles, 12 de agosto de 2009
Fadi Hamadneh
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