Funcionarios advierten de que la "destrucción de todos los medios de vida" después de las tres semanas de conflicto deja la agricultura en la región en ruinas
Peter Beaumont en Gaza -
The Observer, domingo 1 de febrero 2009
Los 1,5 millones de personas de Gaza se enfrentan a una crisis alimentaria como resultado de la destrucción de grandes extensiones de tierra cultivada durante la invasión israelí.
Según el Programa Mundial de Alimentos, la organización de la FAO de la ONU y funcionarios palestinos, entre el 35% y el 60% del sector agrícola ha quedado destruido tras las tres semanas de ataque israelí, que siguió a dos años de asedio económico.
Christine Van Nieuwenhuyse, directora del Programa Mundial de Alimentos, dijo: "Hemos oído que el 60% de la tierra del norte - donde la agricultura es más intensiva - no puede explotarse de nuevo. Me parece un desastre. No es solo la tierra de labor, sino también la avicultura.
"Cuando nosotros entregamos una ración de alimentos en Gaza, nunca es una ración completa, sino un complemento de la dieta. Ahora va a ser casi imposible que Gaza produzca los alimentos que necesita para los próximos seis u ocho meses, suponiendo que pueda rehabilitarse la agricultura. Tendremos que dar a la gente ración completa."
La FAO estima que 13.000 familias que dependían directamente de la ganadería, la agricultura y la pesca han sufrido importantes daños. "Antes del bloqueo y el ataque," dijo Ahmad Sourani, director de la Asociación para el Desarrollo Agrícola de Gaza, que dirige programas con ayudas de beneficencia, como la británica Christian Aid, "Gaza producía la mitad de su propia comida. Ahora se ha reducido en un 25%. Además, una cuarta parte de la población depende de la agricultura para subsistir. Lo que hemos visto en grandes áreas de tierras de labor es la destrucción de todos los medios de vida.
"Hemos visto un proceso larvado de forzar a los agricultores a abandonar la zona “buffer” en torno a la frontera de Gaza. Antes del 2000 podíamos acercarnos a 50 metros del muro por la parte de dentro. Después de que Israel evacuó las colonias en el 2005, el ejército israelí impuso una zona “buffer” de 300 metros.
A pesar de que es elástica, ya hay zonas, dependiendo de la situación, donde los agricultores no pueden llegar a sus fincas en condiciones de seguridad dentro de un área de más de un kilómetro. Es confiscación indirecta a través del miedo. Mi temor es que, si se mantiene, se convertirá en hecho consumado. Tenga en cuenta que el 30% de la tierra más productiva de Gaza se encuentra dentro de esa zona "buffer."
La destrucción al por mayor de granjas, invernaderos, salas de lácteos, ganado, gallineros y huertos ha dañado la producción de alimentos, que ya estaba afectada por el bloqueo.
Entre los edificios seriamente dañados durante la operación de Israel Plomo fundido se encuentran gran parte de su infraestructura agrícola. El Ministerio de Agricultura fue bombardeado, la facultad de Agricultura de la Universidad al-Azhar en Beit Hanoun ha quedado destruida en gran parte, y las oficinas de los Comités Palestinos de Socorro Agrícola en Zaitoun - que proporcionaban alimentos baratos a los pobres - han sido destrozadas y saqueadas por los soldados, que además dejaron pintadas insultantes.
Aunque funcionarios locales e internacionales todavía están recopilando datos, creen que decenas, quizás cientos de pozos y recursos acuíferos han sido dañados, varios cientos de invernaderos fueron totalmente arrasados, y se infligieron graves daños a unos 60.000-75.000 dunums* de tierra de labor de los 175.000 dunums de tierra cultivable de Gaza.
Además del daño físico perpetrado por las excavadoras israelíes, los bombardeos y los disparos de obuses, la tierra ha quedado contaminada con las municiones, incluyendo fósforo blanco, con el reventamiento de las conducciones de aguas residuales, con cadáveres de animales e incluso con el amianto utilizado en las cubiertas de los tejados. En muchos lugares, los daños son extremos. En Jabal al-Rayas, en tiempos una próspera comunidad agraria, han demolido todos los edificios, e incluso mataron el ganado y lo dejaron pudriéndose en los campos.
En al-Atatra, Ahmad Hassan, de 65 años, capataz de un huerto donde antes había cientos de limoneros y naranjos, supervisó la zona arrasada por las excavadoras. "Este era el pozo", dijo, mostrando una pila de escombros. "Podemos despejar el terreno en dos semanas. ¿Y luego qué? El pozo quedó destruido. La bomba ha sido destruida. ¿Y de donde van a venir los árboles para replantar la tierra?"
Van Nieuwenhuyse dijo: "El precio de la carne ya se ha triplicado desde que comenzó la operación israelí. Lo que es más preocupante es la situación de las verduras. Hay proteínas para podernos arreglar, pero antes de esto ya había deficiencias en la dieta. Ahora tendrán que depender de Israel."
Estas palabras eran un eco de la opinión de Hassan Abu Etah, adjunto al ministro de agricultura de Gaza. "Todo ha sido muy dañado. Y afecta a todos los Gazanos, no sólo a los agricultores. Producíamos parte de lo que necesitábamos. Esto hace que te preguntes si lo que querían era cambiar Gaza de producción a consumo."
En la gravemente dañadas aldea de Khuza'a, cerca de Khan Yunis, Salam Najar inspeccionaba la zona de exclusión que se extiende desde las últimas casas de la aldea hasta el muro fronterizo, donde comienzan las tierras de cultivo de Israel. "La mayoría de las familias de aquí han cultivado ese lado. Ahora, nadie se siente seguro de ir allí. Lo han destruido todo."
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* 1 dunum = 1.000 m2
sábado, 7 de febrero de 2009
Gaza desesperadamente escasa de alimentos después de que Israel destruyó los labradíos
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