29/12/2009 Almanar
El cierre de un acuerdo sobre prisioneros, que incluya al soldado israelí de ocupación capturado, Gilad Shalit, será un gran logro para Hamas, pero no servirá para derrocar al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dijo el jefe de seguridad del Shin Bet -el servicio de seguridad interno de Israel-, Yuval Diskin, el lunes.
Hablando ante embajadores israelíes reunidos en el Ministerio de Exteriores, Diskin dijo que el Shin Bet no cree que en esta fase pueda estallar una tercera intifada en los Territorios Ocupados. "El acuerdo sobre Shalit seria una bofetada en la cara de Abbas y una gran logro de Hamas en el campo de la opinión pública," dijo Diskin. Él respondió así a una pregunta del vicedirector general del Ministerio para América Latina, que preguntó cómo el acuerdo sobre Shalit afectaría al estatus de Abbas.
"Sin embargo, por otra parte, Abbas comprende que esto va a ocurrir y se está preparando para ello. En cualquier caso, esto no le va a derrocar," señaló.
Diskin no se refirió a la liberación de los palestinos detenidos a cambio de Shalit, pero mencionó al antiguo secretario de Fatah en la Cisjordania ocupada, Maruan Barguti. "Barguti fue el espíritu que se halló detrás de la Segunda Intifada, y no Arafat, como la gente tiende a pensar," señaló. "El problema es que la intifada se escapó a su control."
Diskin habló de la situación actual de la Autoridad Palestina y de las malas relaciones entre Hamas y Fatah. "Cisjordania y Gaza están más divididas hoy que nunca," señaló.
"Abbas es débil, pero no hay un sustituto para él en esta fase. Abbas ha querido aparecer como acorralado porque creía que los norteamericanos le darían todo lo que quería en una bandeja de planta y si no hay nadie para sacarle de su esquina puede realmente dimitir," señaló.
Diskin habló de tres posibles herederos de Abbas. El primero es Ahmed Qureia (Abu Alaa), que sufrió recientemente un duro revés en las elecciones primarias de Fatah y no es muy popular hoy en día. El segundo es el primer ministro Salam Fayyad, que, por no ser un hombre de Fatah, podría tener dificultades a la hora de suceder a Abbas. El tercero es un hombre de Fatah en Túnez, Muhammad "Abu Mahir" Gneim, un antiguo oponente a Abbas que se ha acercado a él en los últimos tiempos. "Es visto como alguien que no está implicado en ningún caso de corrupción," dijo Diskin.
Los embajadores israelíes también visitaron al presidente Shimon Peres el lunes y él les dirigió un discurso. "He oído que hay personas que dicen que el Acuerdo de Oslo fue malo," dijo Peres aludiendo de forma sarcástica al ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, que afirmó que los Acuerdos de Oslo eran "una fantasía" y "una ilusión".
Peres culpó también -indirectamente- a la política de Lieberman de haber obligado al Ministerio de Exteriores israelí a lanzar una campaña de relaciones públicas agresiva contra cualquiera que critique a Israel. "El problema no son las relaciones públicas," señaló. "El problema es la política. La política puede convertirse en las mejores relaciones públicas y si las negociaciones de paz se reanudan, todos los problemas de relaciones públicas se resolverán," señaló.
martes, 29 de diciembre de 2009
"El Acuerdo de Prisioneros un Gran Logro para Hamas, una Bofetada a Abbas"
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